¿A quién no le encantan los nuggets de pollo?, cuando compramos una cajita y conseguimos uno más, de los que siempre colocan, la alegría es suprema. Un canadiense que trabajó durante casi tres años en McDonald’s, puso muchas sonrisas de felicidad en la cara de los clientes precisamente por eso.
Cody Bondarchuk, un hombre de Alberta, Canadá trabajó durante un dos años y medio en el reconocido establecimiento de comida rápida McDonald’s. Recientemente acaba de dar a conocer en su cuenta de Twitter, un secreto que había guardado durante mucho tiempo.
Cody Bondarchuk
El hombre ponía en casi todas las cajitas que le tocó servir y entregar a los clientes una pieza adicional de nuggetsde pollo, es decir, en lugar de diez piezas, había once.
Después que hizo semejante confesión en las redes sociales, muchos usuarios comenzaron a llamarlo «Robin Hood de las pepitas», haciendo alusión a cada nuggets.
Las opiniones afloraron una tras otra, cantidades de usuarios lo vieron como un acto de generosidad a favor de muchos clientes agradecidos.
“Ten por seguro que hizo el día de alguien al menos una vez al día cada día mientras trabajó durante esos años. Bien hecho”, afirmó un contento usuario.
Pero otros no estaban de acuerdo con el proceder de Cody, pues consideraban que actuó fuera de lo establecido por el restaurante de comida rápida.
“No entiendo este tweet. ¿Por qué tiene tantos me gusta? A primera vista se lee como si fuera noble. Pero, de hecho, le robó a su empleador y está orgulloso de eso. Fue premeditado y persistente. Podemos hacer el bien al no robar. ¿O dónde termina?”, opinó un contrariado internauta.
Muchos usuarios querían saber si algún cliente se percató de lo que hacía,y le había dado las gracias.
«La mayoría de los clientes los atendía por el autoservicio, así que no puedo recordarlo, pero me gustaría imaginar que se fueron a casa, vieron la pieza extra y sonrieron un poco«, respondió el ex trabajador.
Cody calcula que, entre todas las piezas adicionales, el costo asciende a unos 1.600 dólares aproximadamente, al parecer también lo hacían algunos de sus compañeros de trabajo.
«Algunos de mis compañeros de trabajo también lo hicieron, e intentamos hacerlo siempre que podíamos (cuando un gerente no estaba cerca). Solo éramos cuatro o cinco de nosotros«, dijo Bondarchuk
¡Es de imaginarse la cara que deben haber puesto los supervisores de entonces al enterarse! Conociendo lo generoso que parece ser Cody, más de un usuario quiere saber dónde trabaja para ir a su nuevo empleo.
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