La situación generada a raíz del brote de coronavirus ha levantado una ola de despidos, contracción de ingresos, disminución de puestos de trabajos y ceses de miles de empleados en todo el mundo.
En la guerra contra el COVID-19, muchas empresas perdieron una batalla y tuvieron que hacer recortes en sus nóminas. Ante esta situación, muchas personas, que son también el sostén de su hogar, no saben cómo reaccionar.
Luisindiso Malgas es una de estas personas afectadas. El hombre fue despedido de su antiguo empleo en una tienda minorista, que cerró sus puertas debido a las medidas de confinamiento. Pero, lejos de desesperarse, el también padre de tres niños decidió reinventarse.
Para ello, ansioso por poder seguir manteniendo a sus hijos, decidió hacer algunos carteles con frases divertidas y salir a la calle, con la esperanza de recolectar algo de dinero y, de paso, sacarles una sonrisa a los transeúntes.
Se trata de un joven optimista de 27 años de edad, natural de Eastern Cape, Sudáfrica, quien, según aseguró, desde muy joven escribía en la pizarra de su salón de clases frases con las que sus compañeros se desternillaban de risa, así que la idea siempre estuvo con él.
“La idea siempre estuvo ahí. Cuando era joven en la escuela, escribía frases divertidas en la pizarra cuando el maestro no estaba y la clase se reía a carcajadas. Así que tomé esta experiencia la utilicé en mis letreros”, dijo Malgas.
Y a la gente le encanta lo que este hombre hace. De hecho, su nuevo trabajo de hacer sonreír a la gente atrajo a Brendan Cottle, un exitoso empresario de 34 años que se sintió particularmente cautivado por Lusindiso, cuando se lo encontró por primera vez en un semáforo de una calle que suele transitar a diario.
“Fue en junio de este año cuando comencé a ver a Lu en el semáforo por el que suelo pasar a diario. Me detuve unas cuantas veces para charlar con él, pero fue breve al cambio de señal. A mediados de julio, me detuve a un lado y tuve una conversación más larga con Lu. Quería saber su historia y por qué estaba allí”, dijo Cottle.
Brendan se sintió tan inspirado por el espíritu alegre de este joven, que decidió comenzar una campaña para recaudar fondos con el objetivo de acumular lo suficiente para comprar una nueva casa para Luisindiso y su familia.
Hasta el momento, la iniciativa ha logrado recaudar unos 76.090 ZAR (aproximadamente 4.500 dólares estadounidenses) de su objetivo final de 250.000 ZAR (unos 15 mil dólares americanos) y, si bien hay un largo camino por recorrer, por supuesto que Brendan y Lusindiso son naturalmente positivos, y no dudan de que llegarán a la meta.
Hoy en día, Lusindiso aspira a más y espera dejar las calles para comenzar su propio negocio, vendiendo ropa adornada con sus eslóganes y chistes graciosos, todo de la mano de este empresario que le cayó del cielo y ya ha hecho contactos con algunas empresas interesadas en la idea.