El trabajo de toda una vida puede venirse abajo en cuestión de semanas y con él también se derrumba el ánimo y ganas de vivir de muchos pequeños empresarios. En esta oportunidad el abuelo Odiney Pedroso lidia con esta dura realidad, después de que el confinamiento obligado por el coronavirus dejara su tienda a punto de la quiebra.
Don Odiney está próximo a cumplir sus 90 años y se negaba a renunciar a su negocio de toda una vida, una pequeña tienda de en el centro de Vila Romana en São Paulo, Brasil, en la cual ha trabajado durante 75 años y con la cual levantó a su familia, pero el coronavirus ha sido un duro golpe para todos.
El amable y trabajador Don Odiney.
Durante los últimos meses el abuelo ha vendido sólo 6 camisas, su local ya no es visitado por nadie y sus clientes en el interior del país tampoco lo han vuelto a contactar.
El anciano estaba realmente angustiado por la situación pues, aunque el negocio no produzca, las facturas siguen llegando.
Ante el desolador panorama, el novegenario solicitó un préstamo al banco de sólo R $ 1.800 (335 dólares), pero este le fue negado y el hombre no sabía qué más podría hacer pero se negaba a cerrar sus puertas para siempre. Por fortuna un vecino del local decidió ayudarlo y su voluntad ha tenido resultados inesperados.
Su nombre es Renato Dias, dueño de una estación de servicio próxima a la tienda de camisas. Don Odiney fue a surtir su automóvil de combustible y conversó con Renato: «Tengo miedo de caer en manos de un prestamista», le dijo.
El hombre pensó en que un vídeo solicitando ayuda podría servir para promover las camisetas del abuelo.
La conmovedora grabación se hizo viral y Rene creó una campaña para ayudar al abuelo. En sólo un día las donaciones comenzaron a llegar y rebasaron por mucho el monto del préstamo que Don Odiney le pedía al banco.
Este abuelito hace cada camisa con sus propias manos y además están personalizadas. El sr. Pedroso borda en cada prenda las iniciales del futuro dueño, un detalle que le da prestigio a sus prendas.
Ahora no sólo llegaron las donaciones sino los pedidos, algunos brasileros en el exterior se han contactado con el abuelo para adquirir sus prendas. Hasta la fecha la campaña ha recaudado más de 16.000 dólares pero las donaciones siguen llegando.
Este abuelo está feliz por todo el apoyo, pues ahora podrá pagar todas las deudas y tener su negocio solvente. Además espera que el extra pueda ayudarlo también durante su vejez ¡Aunque aún no se siente listo para retirarse!
Muchos ancianos están sufriendo al tener que cerrar sus negocios por la pandemia pero la solidaridad ha librado Don Odiney de ese penoso calvario, comparte su historia y que más personas se apunten a ayudar a quien lo necesita.