En los últimos meses, gran parte de las personas han tenido que adaptarse a laborar desde su casa debido al confinamiento, sin embargo, hay otros que se exponen para cumplir de forma responsable con trabajos considerados de primera necesidad.
Una de esas personas es Kyle West, empleado del Servicio Postal de Estados Unidos (USPS), que ha entregado más que cartas durante la pandemia.
Kyle es un joven de 23 años que se ha destacado desde el 2018 en el servicio postal pero quien además tiene un gran corazón.
Este cartero adora su empleo y en las últimas semanas notó la cantidad de personas mayores que se estaban viendo afectadas por el confinamiento a la hora de adquirir sus alimentos, medicinas y demás productos de primera necesidad.
Al ser personas muy ancianas pocos conocen sobre las aplicaciones que podrían utilizar para realizar sus comprar y por fortuna, el amable Kyle decidió ayudarlos pero no sólo entregando los comestibles, sino además pagándolos con su propio dinero.
Al menos, seis veces por semana Kyle recorre su ruta de correo para entregar los enseres a los ancianos más vulnerables e incluso algunos de ellos con algún tipo de discapacidad.
La única razón por la cual el joven hace esto es porque que tiene un corazón generoso.
“Ellos son mi gente. Esta es mi ruta. Hago esto seis días a la semana. Conozco a todos y también conozco a sus hijos. Cuando trabajo, dondequiera que mire hay alguien saludándome” reveló Kyle.
La idea de ayudar surgió en el cartero después de encontrarse a uno de sus clientes de 94 años en la tienda. Ante el inminente peligro que el coronavirus representa para las personas mayores, Kyle pensó que esa situación era inconcebible y decidió ayudar.
“Le dije que se quedara en casa, y si necesitaba algo yo podría comprarlo. Entonces tuve la idea de tomar notas y preguntarles a mis clientes si necesitaban algo”, relató Kyle.
Después de ese incidente, el joven hizo carteles que entregó a los ancianos que podrían necesitar de su servicio. Además de muchos elogios, Kyle obtuvo la solicitud de al menos 50 personas que requerían una mano del generoso cartero.
“Si está en riesgo y necesita ayuda para obtener artículos esenciales, avíseme. Haré lo que pueda para ayudar”, se leía en el anuncio.
Además de prestar su colaboración, lo mas impresionante es que el joven se ha negado a cobrar por las compras que ha realizado.
Frente a esta generosa labor, otras personas se han puesto en contacto con él para hacer algunos donativos de alimentos que el pueda repartir según la necesidad de cada anciano, sin tener que pagar de su bolsillo.
Kyle dice que no desea ser reconocido por sus acciones pero sí que su servicio ayude a inspirar a otros jóvenes que podrían sumarse y desde sus comunidades brindar ayuda a los más vulnerables.
“Estoy haciendo esto porque siento que soy parte de su vecindario. Paso más horas en la oficina de correos que en mi propia casa. Ya estamos expuestos, así que si podemos evitar que otras personas estén expuestas, podemos hacerlo”.
En los momentos de crisis que estamos viviendo sólo la solidaridad podrá ayudarnos a salir adelante. Comparte la historia de Kyle y que esta iniciativa se multiplique en el mundo.