Una humilde familia acude a las redes para pedir justicia después de que un joven de 16 años perdiera la vida a causa de una negligencia médica.
Los errores en medicina tienen un peso mayor que en cualquier otra profesión pues se trata directamente con la vida de personas, sin embargo, estos casos son bastante comunes y con mayor incidencia en algunos países.
En esta ocasión, una familia de Praia Grande, en la costa de São Paulo, Brasil, exige que el hospital responda por la muerte del adolescente Gustavo Sousa. El chico pasó cinco días en emergencia tras sufrir traumatismo craneoencefálico y hemorragia cerebral a causa de un accidente en motocicleta.
Para la familia, Gustavo no recibió la atención necesaria en esos casos pues sólo al llegar a la Unidad de Emergencias de Samambaia (UPA) debió esperar en el suelo de un pasillo antes de ser atendido. Tras 4 horas sin la necesaria atención, el adolescente fue trasladado al Hospital Irmã Dulce para que lo chequeara un ortopedista pero la familia tampoco tuvo éxito.
“En la emergencia de la Hermana Dulce, mi esposa hizo lo que le dijeron en la UPA: cuando llegó al hospital, habló con el ortopedista.
Pero el médico no quiso atenderlo, dijo que no era su área. Sólo prestó atención cuando el paramédico de Samu habló con él, y le dije que mi hijastro estaba enfermo y que necesitaba ayuda. Entonces el médico pidió una tomografía”, relató Gustavo, padrastro del menor.
El accidente ocurrió el martes 29 de diciembre y para el día 30 los médicos habían dicho a la familia que el coágulo de sangre en el cerebro de Gustavo había disminuido y posiblemente sería dado de alta.
Durante el tiempo en emergencia el adolescente se mantuvo inconsciente y la familia temía sacarlo del hospital sin que estuviese recuperado de un todo
Pese a la insistencia para que fuese trasladado a la UCI, al menor lo mantuvieron siempre en el área de urgencias.
“Cuando preguntamos a los médicos si no necesitaba ir a la UCI, cada profesional nos dijo algo diferente. Uno dijo que el coágulo era pequeño y que mejoraría. Otro dijo que tenía una ruptura y que tal vez necesitaría cirugía”, denunció el padrastro.
Alarmados por las inconsistencias en el caso, familiares acudieron a las redes para denunciar la situación y solicitar ayuda de algún médico serio que pudiese atender a Gustavo.
Lamentablemente la ayuda nunca llegó, el joven murió horas más tarde de haberse hecho la publicación en Internet.
Con gran dolor en su corazón y gran tristeza la familia anunció la muerte del menor a causa de un paro cardíaco durante la madrugada del 03 de enero.
Ahora saben que “nada devolverá la vida a Gustavo” pero han empezado una batalla contra el hospital para exigir justicia y evitar que esa situación les suceda a otras familias.
Las autoridades del hospital se negaron a dar declaraciones y estas humildes personas sólo tienen las redes sociales para hacerles presión a las autoridades, comparte esta noticia y ayúdalos a alzar la voz.