Paulo John Alinsong, es un joven de Filipinas que celebró su graduación el pasado 16 de julio en el Centro Internacional de Convenciones de Filipinas en la ciudad de Pasay.
Terminó su licenciatura de Administración de Empresas logrando uno de sus sueños, pero también era el de su madre que lamentablemente no pudo estar presente físicamente para acompañarlo en un día tan importante.
La madre de Paulo falleció en el año 2016, para él fue devastador enfrentarse a su pérdida. Carmen, la madre del joven, murió mientras trabajaba en un establecimiento comercial en Culion, Palawan cuando apenas tenía 37 años a causa de complicaciones derivadas de la neumonía.
Pero en medio del dolor que embargaba su corazón por la ausencia de su mamá, no perdió la fuerza de voluntad para alcanzar sus metas.
En honor a ella siguió estudiando tal como le habría gustado, procuraba que desde el cielo su madre sonriera orgullosa viendo cómo enfrentaba las adversidades con esperanza y aferrándose a los principios y valores que le inculcó desde niño.
Cuando llegó el día en el que Paulo recibiría el anhelado título no dudó en rendirle un homenaje a su madre y buscar la forma de que su presencia se hiciera sentir.
El joven diseñó e imprimió una imagen de su madre a escala real hecha de cartón y la llevó al anfiteatro donde se celebraría el evento.
Así que posó junto a ella en varias fotografías que posteriormente compartió en sus redes sociales, esa fue su manera de ofrecerle un tributo a aquella mujer que le dio la vida y que lo inspiró a lograr su meta.
«Realmente quería sentir la presencia de mi madre el día de mi graduación, ella habría estado muy contenta», relató el joven.
Resaltó que no quería perder la oportunidad de tener fotografías para inmortalizar ese día, casi todos los graduandos tendrían imágenes junto a sus orgullosos padres y él se negó a perderse ese recuerdo.
En las fotos está Paulo con su toga y birrete junto a su madre, como un símbolo de que a pesar de que se tuvo que ir al cielo antes de verlo graduarse sí estuvo ahí. Ella le pagó la universidad con mucho esfuerzo y con ayuda de sus hermanas.
“¡A mi madre, la más hermosa! Mamá, tu hijo mayor se ha graduado, espero que seas feliz en la presencia de Dios.
Terminé mis estudios porque esto era lo que querías. Te quiero muchísimo”, escribió el joven junto a las imágenes que publicó.
Lo que Paulo quizás no se imaginó fue que sus fotos emocionarían a miles de personas en las redes.
Su gesto le da al mundo una valiosa lección: valorar cada día la presencia de nuestros seres queridos y recordar que el amor verdadero lo transciende todo, va más allá de la vida. Compártelo.