El multimillonario príncipe Al Walid bin Jalid bin Talal al Saud, miembro de la realeza de Arabia Saudita, sufrió un trágico accidente automovilístico en el año 2005 cuanto tenía 18 años.
El hecho ocurrió en Londres, donde el príncipe estudiaba ciencias militares, mientras conducía su auto.
Las graves lesiones que sufrió lo dejaron en estado de coma, desde entonces es conocido como el “príncipe durmiente”.
Su padre, el príncipe Khaled bin Talal, y su madre, la princesa Mona Riad El Solh, hija del líder libanés, se han negado a desconectar a Al Walid del soporte vital a pesar de que le declararon muerte cerebral.
Después del accidente, el joven fue trasladado a Riad donde permanecería en la unidad de terapia intensiva, su estado de coma se prolongó durante una década.
Aunque hace cinco años el príncipe fue trasladado a la residencia de la familia en la que permanece en estado vegetativo.
“Al Walid ha estado en coma durante más de 15 años y así sigue. Dios, que guardó su alma durante más de una década, es capaz de devolverle la vida”, declaró una fuente cercana a la familia.
La familia de Al-Waleed celebró el año pasado que el “príncipe durmiente” movió la cabeza.
En los medios de comunicación surgió un rumor el año pasado de que el joven había sufrido una hemorragia pulmonar severa que los médicos no lograron controlar causándole la muerte.
Incluso algunos publicaron presuntas declaraciones del padre en las que expresaba su tristeza por la muerte de su hijo, dijeron que lo habían desconectado de las máquinas del soporte vital que permiten los latidos de su corazón.
Ante la ola de rumores, la familia se pronunció para desmentirlos asegurando que el príncipe permanecía vivo en estado vegetal.