Para nadie es un secreto que los niños son el reflejo de sus padres y en esta ocasión un pequeño de sólo 9 años ha llenado de orgullo el corazón de su mamá, al ver lo noble y amable que se ha convertido.
Su nombre es Theylon, un escolar que vive en Leopoldina municipio del estado de Minas Gerais, Brasil, y que ha desarrollado una entrañable relación con una anciana de 100 años que sufre de Alzheimer.
En los últimos meses, Theylon ha estado fuera de la escuela debido a la pandemia y esto le ha permitido acompañar a su madre a su trabajo.
Ana Claudia dos Santos se encarga de cuidar a Doña María Aparecida e integró al pequeño Theylon a su empleo, sin imaginarse la increíble conexión que se establecería entre su hijo y la anciana.
Doña María y el niño no tienen ningún parentesco, pero el corazón de Theylon es tan grande que ha visto en ella la ternura de una abuela y se ha proclamado su nieto y mejor cuidador.
El amor con el cual este chico atiende a la anciana es conmovedor.
Debido a su enfermedad, Doña María ha olvidado hacer muchas cosas pero allí está el pequeño para ayudarla. A Theylon le encanta peinarla, leerle algunas historias y hasta alimentarla, aunque esto último no sea tarea fácil.
La abuela María, como él mismo la llama, vive en casa con dos de sus tres hijos además de una nieta que vive en un anexo a la residencia. Toda la familia ha quedado conmovida con el lazo que estableció el pequeño con Doña María y agradecen infinitamente por el amor con el cual Theylon la trata.
Doña María con sus hijos, Theylon y su madre.
Para todos, este pequeño es un gran ejemplo de amabilidad, pues pese a su corta edad ha demostrado una gran empatía y sensibilidad ante las necesidades ajenas. Por su parte, Theylon afirma que para él no es ningún trabajo y se siente contento de poder ayudarla.
“Me siento muy feliz cuando puedo ayudar a la abuela”, dijo el niño.
Pese a la desmemoria de la anciana, parece que ella misma se siente agradecida por los buenos gestos de este chico.
Mientras Theylon la peina, Doña María suele tomarlo de la mano y hacerle cariños. De algún modo ella retribuye el afecto que el niño le manifiesta, aunque algunos días no lo reconozca.
Este pequeño es un gran ejemplo para grandes y chicos, no sólo la madre está orgullosa sino que la propia familia de Doña María ahora es más empática con la anciana.
Ana Rosa, la hermana menor de Theylon también está aprendiendo de su hermanito a ser más solidaria.
Aunque sus gestos son muy hermosos, el escolar no quiere agradecimientos. Al contrario, tras conocerse su historia, aprovechó la oportunidad para enviar un hermoso y sencillo mensaje a todos en las redes: “si conoces a alguien como la abuela, dale cariño. El que da cariño es feliz”, puntualizó.
No cabe duda de que hay mucho que aprender de este pequeño, comparte su historia en tus redes y que el mensaje de Theylon toque el corazón de todos.