Hay personas que llegan a tu vida y la transforman por completo, esas personas que sin querer te preguntan cómo estás y dispuestas escuchan atentos la respuesta, esas que más tarde llamamos amigos y las hacemos parte de la familia.
No importa la diferencia de edad, religión y cultura, solo basta una cosa una mínima cosa para crear una gran conexión y convertirse en compañeros de lucha de ese ser con el que desarrollamos un vínculo especial.
Tal como sucedió con este pequeño y un hombre de 74 años
Max Woosey, de solo 10 años, comprendió el verdadero significado de la amistad junto a su mejor amigo y vecino Rick, un abuelito de 74 años, que le pidió a Max que cumpliera una promesa. Rick murió de cáncer igual que su esposa, y su recuerdo siempre estará en el corazón del niño.
Cumplir el deseo de su gran amigo era un gran reto.
Le pidió que viviera una aventura acampando y que disfrutara de la experiencia en su nombre. Por lo que el niño decidió acampar en su jardín, pero además de eso, tuvo la iniciativa de hacer un acto solidario para honrar la memoria de Rick y su esposa.
Max acampó en su jardín, pero no usó cualquier carpa, sino la tienda de campaña que le regaló Rick poco antes de morir.
Desde entonces, Max ha pasado casi 200 noches dentro de la carpa logrando reunir 98.000 dólares para el auspicio North Devon Hospice, lugar donde su mejor amigo y su esposa pasaron los últimos días de su vida antes de morir de cáncer.
El niño comenta:
“Ayudaron a mis amigos Rick y Sue, que lamentablemente fallecieron, pero no solo ayudan a las personas enfermas, sino que también ayudan a la familia y amigos a superarlo. Rick me dio una carpa y dijo que tuviera una aventura, y eso es lo que estoy haciendo”.
Max inició el desafío el 28 de marzo, y desde entonces pasa la mayor parte del tiempo en la carpa, solo ingresa a la casa para las lecciones escolares, comer o bañarse, espera continuar así durante todo el año.
“Se siente increíble, realmente es increíble. El dinero recaudado se utilizará para equipos y cosas por el estilo para ayudar a otras personas que realmente lo necesitan”.
La madre de Max, Rachael, comentó que toda esa aventura que emprendió su hijo es una locura en el buen sentido de la palabra. Su familia nunca pensó que lograría alcanzar la meta de 100 dólares por lo que creyeron que tendrían que completarle.
Pero sorprendentemente, cientos de personas han realizado increíbles donaciones logrando superar por mucho el límite establecido. Rachael comentó:
“Ha habido muchas donaciones locales, pero también llegaron de más lejos. Creo que hay algo en la historia que ha conmovido a la gente”.
La inspiración de Max para este desafío fue su mejor amigo Rick quien era una persona que disfrutaba compartir al aire libre. Estar en el agua o escalando era su pasión.
Aún sabiendo que estaba muriendo, programó un viaje a las Dolomitas, en Italia el septiembre pasado para escalar. En febrero de este año murió.
“A Max le encantaba el hecho de que Rick supiera tanto sobre el aire libre. Rick tenía 74 años y Max 10, y lo que tenían en común era el amor por el aire libre y acampar. Rick vivió su vida haciendo lo que le hacía feliz, en lugar de un estilo de vida más convencional y eso atrajo a Max. Fue amable, muy honesto y directo, había algo que a Max realmente le gustó de eso”, dijo la madre del niño.
Si deseas colaborar con esta noble causa, puedes hacerlo aquí. Tu aporte ayudará a tantas personas que a diario luchan contra el cáncer.
La aventura de Max comenzó con pequeños pasos y se convirtió en un gran sueño. Ayúdalo a hacerlo realidad.
Muchas personas llegan a tu vida, pero muy pocas ocupan un lugar especial en tu corazón. Seguramente Rick desde el cielo está muy orgulloso de Max y de cómo honra su legado. Comparte esta emotiva historia.