Ir de pesca en un bote con tus amigos y hermanos puede ser una experiencia muy agradable, sin embargo, pueden suceder cosas que se te escapen de las manos y transformen por completo el paseo, como este caso sucedido recientemente a un niño de 14 años en Florida, Estados Unidos.
Caleb Bennet es el muchacho en cuestión. Quien se encontraba con algunos amigos y su hermano de pesca. Como andaban muy rápido en la embarcación, el ancla de la misma se soltó y fue a parar en la cabeza del joven.
El artefacto se clavó en su cráneo penetrando hasta 8 centímetros hacia el lóbulo frontal derecho. Caleb sostuvo con una de sus manos para que no le desgarrara más mientras pedía a sus acompañantes que llamasen a emergencias.
Sus padres, que se encontraban en las Bahamas celebrando su aniversario de bodas, acudieron inmediatamente hasta el Johns Hopkins All Children’s Hospital en San Petersburgo, lugar en donde Caleb estaba siendo intervenido quirúrgicamente.
Según cuentan sus familiares, cuando el joven llegó al hospital le fue inducido un coma para poder realizar una operación tan delicada. Incluso perdió componentes cerebrales en el proceso.
Cuando habían transcurrido diez días Caleb ya estaba recuperado. Los médicos creen que se trata de un milagro andante, puesto que su recuperación no presenta daños a nivel neuronal.
“Anchorman” ha sido el apodo que le han puesto a Caleb, después de haber sobrevivido a semejante experiencia.
“Wow, no creyera semejante historia si no fuese por las imágenes. De verdad que se ve muy recuperado, apenas se nota el golpe por la forma de su cabeza. Qué buena noticia para la familia Bennett”, comentó sorprendido un internauta.
Rick y Kelli Bennett, los padres del joven, cuentan lo difícil que fue saber que su pequeño había sufrido un accidente tan terrible. Sin embargo, ahora se sienten muy alentados por los resultados de la operación.
“Tuvo mucha suerte este joven, los golpes en la cabeza suelen ser letales y más aún cuando se pierde parte del lóbulo cerebral”, dijo preocupado otro internauta.
Aunque Caleb ha tenido algunas convulsiones luego de la operación, los médicos que le atendieron han precisado que se trata de una reacción normal al haber tenido daño neurológico y que con tratamiento podría eventualmente sentirse mejor.
Al caso de Caleb nos demuestra que no siempre las tragedias nos ganan. Hay veces en donde somos capaces de reponernos y continuar con nuestras vidas, incluso en situaciones tan complejas como la de este joven que ahora vive para contar cómo tuvo un ancla dentro de su cabeza.
Comparte esta increíble historia entre tus familiares y amigos para que conozcan la experiencia de “Anchorman”.