Las famosas ferias del condado son una tradición muy apreciada en la Norteamérica rural, una delicia para jóvenes y adultos.
Un niño de dos años que había estado presenciando desde su casa el recinto ferial del condado de Chisago, a una cuadra de su casa en Rush City, Minnesota, decidió averiguar por sí mismo de qué se trataba aquel alboroto y tomó el asunto en sus manos.
El pequeño se escabulló de sus padres la noche del jueves 18 de julio, noche de la inauguración de la Feria del Condado de Chisago, subió a su tractor de baterías John Deere, y se fue a explorar.
El pequeño condujo por toda la acera, pasó a través de una puerta trasera y se unió a la multitud de personas en la feria que veían una carrera de motocross.
Cuando no pudieron encontrarlo, sus preocupados padres informaron a las autoridades de su desaparición, concretamente en la Oficina del Alguacil del Condado de Chisago, a las 6:51 pm, hora local.
Todos estaban divirtiéndose en la feria
Minutos más tarde, el niño fue encontrado de pie junto al Tilt-a-Whirl, su juego favorito en la feria.
“El pequeño quería regresar a la feria del condado, así que subió su John Deere y se fue”, dijo Jason Foster, alguacil del condado de Chisago.
Al representante estatal Brian Johnson, un diputado republicano de Castle Rock, en el condado de Isanti, le pareció extraño que un niño tan pequeño estuviera solo en una feria tan grande.
Así que llamó a un colega del condado de Chisago, quien llevó al pequeño conductor de nuevo con su padre.
A papá no le hizo mucha gracia la aventura de su hijo, así que optó por retirarle las baterías al vehículo, revocándole indefinidamente el permiso de conducir al temerario miniconductor de tractores de juguete.
“Tiene una gran capacidad, a su corta edad, para concebir una idea, crear un plan, ponerlo en marcha y permanecer determinado en ello sin pedir ayuda. ¡Dios mío! El pequeño puede ser y hacer cualquier cosa en el mundo”, escribió Anna Mendiola, una usuaria de las redes sociales sobre el hecho.
Pero resulta que el niño no es el único que se escapa de sus padres y se va por su cuenta.
Cees Vendrig, otro internauta, admitió en un comentario que él era legítimamente este niño en 1984. Pedaleó su tractor de juguete a la escuela primaria de su primo y:
“Revisé cada ventana del edificio hasta que lo encontré”, comentó Vendrig.
Sin duda, todos hemos sido o conocido a un niño travieso, dispuesto a conducir a cualquier parte para cumplir sus inocentes deseos. Pero, siempre debemos asegurarnos de que el pequeño no esté en riesgo y que pueda seguir divirtiéndose de forma segura.
Comparte esta divertida historia con tus familiares y seres queridos. Recuerda que no hay nada más hermoso que la sonrisa de un niño.