Kaye es un niño de 5 años que está conmoviendo al mundo desde que se difundieron las imágenes de él despidiéndose de su madre que yacía en el féretro mientras su familia le daba el último adiós.
La madre del pequeño perdió la vida tras sufrir complicaciones durante un parto, el hecho ocurrió hace tres años, pero ahora han salido a la luz las fotos.
El niño arrastró una silla, la puso junto al féretro y jamás se separó de ahí, preguntó si podía dormir con su mamá.
Le dijo a una de las presentes que su mamá estaba dormida y que estar cerca de ella era lo único que quería. “Este es mi lugar favorito”, dijo el niño.
Cada noche, durante los cinco días que duró el velorio, él se mantenía junto al cuerpo de su mamá.
Marichu Gabriel, quien compartió las emotivas imágenes en su perfil de Facebook, comentó en la publicación:
“Todas las noches, cuando todo lo demás está tranquilo, cuando todo el mundo se ha ido, se ha dicho adiós y nadie está ahí para jugar, nuestro niño pondría el ventilador dirigido hacia su lugar favorito en los últimos 5 días… en el área más cómoda para él: al lado de su mamá”.
La publicación generó miles de comentarios en las redes de quienes se sintieron conmovidos por el sentimiento del pequeño que se enfrentaba al dolor de despedirse de su mamá.
Algunos cuestionaron que a tan corta edad haya asistido a la ceremonia de despedida durante tantos días consecutivos alargando así su agonía de ver a su madre partir y conservar en su mente en recuerdo de su cuerpo sin vida.
Se pudo conocer que el niño, que actualmente tiene ocho años, está junto a su hermano menor y su familia recibiendo el amor y apoyo que merece a pesar de que su mamá no esté presente físicamente.
Pero sobre todo, a saber cómo acompañar y ofrecerle consuelo a los niños en una situación tan dolorosa como la de la muerte de un ser querido.
Lo que recomiendan los expertos es decirles siempre la verdad adaptando el contexto a su edad y nivel de comprensión evitando ofrecer expectativas irreales como «está dormido», «fue a un viaje muy largo».
Además, lo mejor es validar su emoción mientras se le da acompañamiento, apoyo y se le permite desahogarse así como expresar todas sus inquietudes. Comparte este emotivo caso.