La familia Hartman siempre ha tenido la bonita tradición de pasar días en familia mientras animan a su equipo favorito, Tampa Bay Rays, en los partidos de béisbol.
Recientemente acudieron al estadio y la más pequeña de la familia, Mary Grace, comenzó a lamentar que había dejado su guante en la casa. Ella y sus hermanos no paraban de soñar con el día en que lograran atrapar la pelota con sus propias manos.
Mary Grace tiene 7 años de edad.
Para tratar de animarla, su padre Rob le explicó que en realidad era muy poco probable que alguien lograra hacer eso. Lo más importante era que pasaran el día juntos y disfrutaran del partido.
En ese momento, Rob no podía imaginar que sus hijos lograrían hacer historia y le enseñarían una gran lección: nunca parar de soñar.
La familia Hartman vive en Florida, Estados Unidos.
Joseph, el hermano mayor de Mary Grace, sí había llevado su guante y se encontraba a la expectativa con cada jugada del partido. El niño de 12 años de edad ya había demostrado tener un gran talento en su deporte favorito y llevaba años viajando y jugando en las pequeñas ligas.
Cuando llegó el momento de batear la pelota, Joseph se levantó de su puesto y comenzó a correr por las gradas intentando calcular dónde podría hacer su atrapada estrella.
La pelota que Joseph atrapó fue bateada por Austin Meadows.
Para la sorpresa de muchos, el astuto Joseph hizo sus cálculos perfectos y pudo atrapar la jugada de los Tampa Bay Rays con su propio guante. En medio de una agitada celebración y las ovaciones de todos los que presenciaron este maravilloso momento, el tierno Joseph no lo pensó dos veces y corrió hacia su familia para entregarle la pelota a su hermanita Mary.