Son muchas las imágenes que no pasan desapercibidas. No me refiero solo a las que son inmortalizadas a través de la lente de una cámara, sino también a las que quedan grabadas con letras de oro en nuestra retina.
De seguro, todo el mundo tiene fotografías de algunos de los momentos más importantes de sus vidas. Desde el nacimiento a la adultez resulta muy común realizar este tipo álbumes para el recuerdo, pero Niamh, quien es nuestra protagonista, tiene tres fotos que son únicas en su estilo, al lado Ciarán Shannon, su padre.
Ambos son oriundos de la capital de Irlanda del Norte, Belfast, y lograron reproducir el “antes y el después” en una misma foto tomada en tres estadios de la vida escolar de la joven estudiante, mismas que publicaron en sus cuentas de las redes sociales, y que le han dado la vuelta al mundo volviéndose virales.
Las tres instantáneas fueron tomadas por la madre de Niamh. La primera, durante su primer día de clases, en el año de 1999. Años más tarde, en 2013, tuvieron la idea de reproducir la misma foto, esta vez, cuando Niamh terminó la secundaria y entró a la universidad.
La última fue captada hace dos años, en 2018, el día que finalmente Niamh recibiera su título universitario, teniendo mucho cuidado de registrarlas exactamente en el mismo lugar. De inmediato, se convirtieron en un hermoso trabajo en tres tiempos, en los que se puede ver el rostro de orgullo de Shannon por su hija.
“Creo que estaba más nervioso que ella. Estaba demasiado orgulloso”, recuerda Shannon.
Lo que sí no se esperaba esta familia es el enorme revuelo que su idea causaría en las plataformas digitales, donde la publicación de este feliz padre alcanzó casi 1 millón de “me gusta”.
Como Ciarán bien dijo, las tres fotos ahora están enmarcadas y fijadas en la habitación principal de su casa, y si bien reconoce el éxito de la publicación, lo que para él es más importante es mostrarle a la gente lo orgulloso que está de su querida hija.
“Me asombra la reacción que tuvieron mis fotos. Lo bueno es que casi un millón de personas ahora saben lo orgulloso que estoy de mi hija”, comentó.
Todos los padres educamos a nuestros hijos con la intención de que sean personas de bien el día de mañana. Sin embargo, lo más importante es sentirnos orgullosos de ellos por sus cualidades como personas y su actitud frente a la vida.
Sentirse orgulloso de los hijos no tiene nada que ver con el logro de algo extraordinario o especial. El orgullo proviene de ver los frutos de nuestro trabajo como padres durante años, y si no, preguntémosle a Ciarán.
Ciertamente, este sentimiento tan reconfortante reside en ver cada paso que los hijos dan hacia la madurez, sabiendo que están mucho más cerca de la autosuficiencia. Comparte esta hermosa historia familiar con los tuyos.