Para la mayoría, es evidente que no debemos encender un cigarrillo dentro de un hospital y mucho menos cerca de un tanque de oxígeno. Sin embargo, un paciente el Hospital Universitario de Wales provocó un incendio al fumar mientras utilizaba una máscara de oxígeno.
Lee Williams se encontraba interno desde hace varios días en el hospital.
Todavía no ha quedado claro qué problema de salud enfrentaba Lee.
En más de una ocasión, el personal del hospital lo encontró fumando un cigarrillo. Como es de esperar, le indicaron que eso estaba completamente prohibido. Lamentablemente, el hombre ignoró todas las advertencias sobre el enorme peligro que podía causar si fumaba.
Lee incluso escupió a una enfermera que había intentado explicarle el por qué no podía fumar.
Finalmente el paciente provocó un incendio que dejó en riesgo su vida y la de decenas de personas. En medio de las llamas y el humo, un médico acudió a brindarle asistencia a Williams.
Lo encontraron con la nariz ennegrecida y fuertes lesiones en la boca. Lo conectaron a un desfibrilador y procedieron a trasladarlo al área Emergencia para estabilizar su situación.
Casi 40 pacientes tuvieron que ser trasladados para no verse afectados por el humo.
El fuego afectó una enorme área del hospital. Horas después, médicos y enfermeras se encontraban recibiendo tratamiento por todo el humo que tuvieron que inhalar. Los daños causados al hospital se estiman en más de 60 mil dólares.
Las autoridades le imputaron cargos por sus acciones y Williams se declaró culpable por tratos injustos a los empleados del lugar así como por poner en riesgo la vida de otras personas.
“Te advirtieron claramente sobre los peligros del incendio y tu respuesta fue: ‘No me importa. Es mi decisión fumar un cigarrillo’”, le reclamó el juez David Wynn Morgan.
Antes del incendio en el hospital, Williams había recibido 25 condenas por 68 delitos anteriores. Sin embargo, su abogada defensor aseguró que se encontraba terriblemente deprimido y a duras penas estaba consciente de lo que sucedía.
“Puede que se encontrase en un estado de confusión debido a la automedicación. Desde la infancia ha sufrido problemas de alcohol y adicciones”, dijo Laurence Jones, su abogada.
Lee enfrentó otros cargos en el juicio como posesión ilegal de rifles de aire y recibió una pena de 5 años de prisión. Dejar en riesgo la vida de tantas personas resulta completamente inaceptable.
Todos los empleados de los hospitales están trabajando sin descanso para ayudar a salvar vidas. Lo último que necesitan es tener que lidiar tratos injustos o situaciones tan peligrosas como un incendio.
Une tu voz y comparte esta noticia para exigir que se tomen medidas. El comportamiento de Williams pudo haber acabado con la vida de muchos.