Hayley Etheridge, de 24 años, no entendía lo que pasaba con su pequeño Baylie-Gray de 2 años de edad, tras ver una impactante erupción en su rostro y notar que estaba totalmente letárgico.
Ya en el hospital le dieron un diagnóstico preocupante: había contraído el virus del herpes simple HSV-1, con el riesgo de extenderse por sus ojos y dejarlo ciego. Hayley estaba devastada.
Tras su dolorosa experiencia, acudió a las redes para que los padres tomen conciencia del HSV-1, también conocido como ‘herpes oral’, después de que la vida de su pequeño estuvo en riesgo.
«No besen a sus hijos pequeños o permitan que otras personas los besen», fue la tajante advertencia de esta madre.
«Las personas escuchan la palabra herpes y piensan que se transmite sexualmente y que sus bebés estarán bien, pero eso está lejos de ser el caso. El HSV-1 es altamente contagioso, se puede transmitir a través de la saliva, el contacto de piel a piel y simplemente tocando algo que ha sido manejado por alguien que tiene el virus HSV-1», escribió.
Se puede propagar desde los labios hasta las encías y la boca, y en casos más graves, se propaga más arriba por la cara y los ojos. Esto es lo que le pasó a Baylie-Gray.
Puede ser extremadamente peligroso para bebés y niños pequeños.
Los síntomas del herpes oral incluyen ampollas o úlceras dolorosas en y alrededor de la boca, así como herpes labial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), tanto el HSV-1, como el HSV-2 o ‘herpes genital’, dura toda la vida y puede reaparecer en varias ocasiones.
Hayley cree que su hijo contrajo el virus después de ser besado por un pariente, aunque dijo que era imposible saber con certeza quién lo contagió.
Confesó quedar totalmente «conmocionada» cuando los médicos del Hospital General del Norte de Manchester le dieron el diagnóstico.
«Me dijeron que si el virus se extendía a sus ojos, Baylie quedaría ciego, estaba absolutamente aterrorizada. No tenía idea de que un simple virus del herpes labial podría ser tan peligroso para un niño», relata.
La terrible experiencia de Hayley se volvió aún más aterradora cuando los médicos notaron que estaba embarazada, podría contagiarle a su bebé también y causarle ceguera y daño cerebral, hasta incluso nacer sin vida.
«Tengo un bebé realmente grave y ahora me dicen que mi otro bebé podría morir. Nunca he estado tan asustada en mi vida», confiesa.
Pero afortunadamente, su segundo hijo, Vito, nació sano en mayo de 2017 y tanto él como Baylie, ahora de 5 años, son niños saludables.
En ocasiones, el virus vuelve, pero con tratamiento oportuno lo supera.
No te vayas sin compartir esta impactante noticia que puede servir de advertencia para muchos padres que pasan por alto el hecho de que los niños sean besados por otras personas.