Hay personas que nos demuestran que siempre es posible salir adelante a pesar de las adversidades, y que a, aunque no todos tengamos las mismas oportunidades depende de la actitud, voluntad y disciplina la capacidad de lograr lo que soñamos.
Así lo hizo un humilde vendedor de helados que, durante su jornada de trabajo, cuando no tiene clientes, intenta estudiar en la calle.
Renilson Nunes, es un joven de 26 años que anhela estudiar una carrera universitaria, trabaja como comerciante informal en São Luís, Maranhão, al norte de Brasil.
Cada día, Renilson procura tomarse algunos minutos para estudiar, desde que era apenas un niño sintió en su corazón el deseo de convertirse en un policía.
El joven quisiera poder estar estudiando, pero la necesidad le obliga a trabajar para sobrevivir, mientras lo hace, se niega a perder la esperanza de lograr algún día lo que tanto ha soñado.
Con un libro antiguo de la academia de policía que le regaló un amigo, estudia sobre lo que más le gusta, y recientemente fue interceptado por un policía que se sorprendió al verlo cuando transitaba por el parque en el que suele vender los helados.
“Al principio, incluso pensé que era un catálogo de paletas, pero cuando me acerqué me di cuenta de que era un libro abarrotado, bastante deteriorado, sucio y muy desactualizado. Me dijo que consiguió el material gracias a la donación de un amigo”, dijo el policía, identificado como teniente Arraes, del noveno Batallón de Policía Militar de São Luís.
Renilson, sin los recursos económicos para postularse a la Policía, se prepara para un concurso dentro del cuerpo de seguridad con la ilusión de algún día tener la oportunidad de empezar la carrera.
Después de conocerlo, el policía se conmovió tanto con su historia que decidió hacer algo por el humilde trabajador que soñaba portar ese uniforme para servir a los ciudadanos de su país.
El agente se comprometió a pagar los estudios de Renilson, y cuando se lo dijo el joven terminó muy emocionado y agradecido por el gesto de solidaridad que hará posible que vea su sueño convertido en una grandiosa realidad.
El destino lo sorprendió recompensando su disciplina, su esfuerzo y sus ganas de seguir soñando a pesar de las dificultades.
“No esperaba que todo esto sucediera en mi vida. Fue una sorpresa. Estoy muy feliz. Ya le he agradecido mucho por este gesto hacía mi”, comentó Renilson.
Desde que las imágenes del joven vendedor de helados se difundieron en las redes, así como el acto de generosidad del policía, han tocado el corazón de miles de personas.
Actos de solidaridad como este, así como el ejemplo de Renilson, nos hacen recuperar la esperanza inspirándonos a luchar contra cualquier dificultad pensando que no hay nada imposible. Compártelo.