La muerte repentina de un joven que aparentemente está en excelentes condiciones de salud produce un enorme impacto en las personas, especialmente si tiene lugar durante una jornada deportiva.
Por eso, cuando Ramón Ismael Coronel pisó el campo de fútbol en un encuentro entre equipos nadie pensó que sería su último partido.
Coronel era un prometedor portero argentino de 17 años de edad que formaba parte del club Unión de Golondrina, un reconocido equipo que participó en la Liga Regional Norteña.
El joven futbolista a quien cariñosamente llamaban “Piki» era muy apreciado por todos y demostró siempre mucha entrega a su deporte, donde sin duda tendría mucho futuro de no ser por lo ocurrido ese nefasto día.
Entregaba todo en el campo de juego, le dio un triunfo a su equipo durante una definición por penaltis el día del encuentro de la Liga Regional Norteña en la provincia de Santa Fe en Argentina, nunca supo que con su jugada magistral estaba entregando su último aliento de vida.
Lamentablemente no pudo disfrutar de su merecido triunfo puesto que falleció de un paro cardiorrespiratorio tras recibir un pelotazo en el pecho.
Cuando el balón golpeó estrepitosamente su joven pecho, sus compañeros saltaron de emoción por la alegría de haber asegurado con esa acción la victoria del equipo, él mismo se unió levantando los brazos hasta que su corazón se detuvo para siempre.
Los que estaban a su alrededor vieron cuando se desvaneció y llamaron a una ambulancia, pero como demoraba demasiado porque en el lugar no había ninguna, tuvieron que trasladarlo en una camioneta privada.
Pero nada pudo hacerse por él, murió antes de ingresar al hospital de la ciudad de Reconquista, de acuerdo a lo comunicado por las fuentes policiales a los medios locales.
Eduardo Coronel, el padre del fallecido futbolista lamentó que no se contara con una ambulancia en el lugar.
«Lo único que te puedo decir es que no entiendo por qué en semejante evento no había una ambulancia», dijo el triste padre.
Toda la familia está destruida con lo sucedido, una vida truncada de una manera tan absurda e inesperada.
«Atajó feliz su penal, alcanzó a festejar y cayó», detalló la prima de Ramón Ismael.
La información de lo sucedido corrió por las redes sociales, y muchos entristecidos internautas expresaron sus sentimientos hacia el infortunado joven.
“Descansa en paz, muy joven aún, le faltaba mucho por seguir… que Dios lo guarde”, escribió un afligido internauta.
Hechos como estos nos dejan sin palabras, y definitivamente suscitan y dan cabida a un gran debate en cuanto a cuáles deberían ser las exploraciones médicas a las que debe someterse una persona antes de realizar un deporte, ya sea de forma profesional o aficionada. Descansa en paz, Ramón Ismael.
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