Después de haber sido asediados por los incendios e inundaciones, un nuevo fenómeno ha causado estragos en Australia.
Este lunes 20 de enero, cientos de personas compartieron en sus redes las desconcertantes imágenes de bolas de granizo del tamaño de una pelota de golf que han caído del cielo australiano.
El brusco cambio climático que ha sufrido el país desde hace dos semanas, producto de la anunciada bomba de lluvia, ha dejado a decenas de afectados a causa de las tormentas eléctricas, el granizo y los fuertes vientos que se han producido.
En las Montañas Azules de Nueva Gales del Sur, los rayos impactaron a dos personas que milagrosamente lograron sobrevivir.
Se trata de un joven de 16 años y un hombre de 24, quienes sufrieron algunas quemaduras en sus torsos, brazos y piernas debido a la descarga eléctrica. Sin embargo, esto parece ‘nada’ considerando lo fatal que resulta un accidente de este tipo para cualquier ser vivo.
Los lesionados fueron atendidos por los paramédicos en el lugar y trasladados al Hospital Nepean, en donde se están recuperando.
«Estos hombres son extremadamente afortunados de estar con vida.Un centímetro más y se habrían enfrentado a un golpe directo que podría haber sido fatal. Ser alcanzado por un rayo es una experiencia aterradora». Dijo Greg Marshall, Gerente de Operaciones de Servicio de Ambulancia.
Mientras esto sucedía, en la capital Australia rocas de granizo estaban causando estragos entre los ciudadanos que debieron correr a refugiarse tras la sorpresiva tormenta.
Decenas de automóviles en Canberra terminaron con sus ventanas hechas añicos, por la caída de las bolas de granizo en una tempestad que duró al menos 15 minutos.
Las autoridades también reportaron a un par de personas que fueron atendidas por lesiones leves debido al granizo.
Algunos edificios también se vieron afectados por el inesperado fenómeno y las autoridades han advertido a la población que este hecho podría repetirse.
Frente a esta situación lo más recomendable ha sido que los ciudadanos resguarden los objetos de gran valor.
Los meteorólogos también predicen que las tormentas empapen gran parte de Nueva Gales del Sur devastada por la sequía, el sureste de Queensland y Victoria, ciudad en la cual se corre mayor riego de inundaciones y advierten a las personas tomar sus previsiones.