Tal vez, alguna vez alguien te ha dicho que hiciste o dijiste exactamente lo correcto, en el momento adecuado para ayudar a aliviar al prójimo. Pues bien, esto muchas veces sucede por obra de la Providencia, que nos envía, sin nosotros saberlo, a ayudar justo a tiempo y ser el ángel salvador de otra persona.
Y si te queda alguna duda te la disiparemos contándote la historia de Nguyen Ngoc Manh, de 31 años, un repartidor vietnamita quien conoce muy de cerca lo que es estar en el momento indicado.
Y es que, resulta que, hace pocos días, en un acto de indudable heroicidad, el hombre logró rescatar a una pequeña niña de 2 años, quien sufrió una caída desde el balcón de su casa, ubicado en un piso 12 del edificio de apartamentos donde vive junto a su familia.
Mientras Nguyen estaba esperando tranquilamente para hacer una entrega, de pronto se estremeció al escuchar los gritos desesperados clamando por ayuda. De inmediato, se percató de había algo anormal y, apenas divisó a la pequeña corrió hasta un techo de unos dos metros de altura, junto al edificio.
Desde esa posición se acomodó de la mejor manera que pudo para prepararse a atrapar en el aire a la niña, quien ya no soportaba más estar colgada y caería irremediablemente al vacío.
En efecto, dicho y hecho. Justo en el momento cuando la infanta pierde el equilibrio y se desploma hacia el asfalto, los movimientos rápidos de Nguyen hicieron que el daño sufrido no pasara a mayores.
Si bien la bebé tuvo varias fracturas en los huesos de sus piernas y brazos, gracias la buena disposición y la exactitud del repartidor, continúa viva para seguir creciendo. En la colisión, Nguyen sufrió un esguince.
“La niña está viva gracias a la heroica acción de Nguyen Ngoc Manh, quien también sufrió un esguince”, comentó un usuario.
Después del incidente, tanto la niña como su valiente rescatista fueron trasladados a un centro de salud cercano. Según los informes, ambos tenían heridas menores de las cuales no había por qué preocuparse demasiado.