Tan solo basta un comentario, una acción despreciativa, o una simple mirada para causarle daño emocional a una persona, especialmente a las más cercanas y de mayor edad. A veces, podemos incurrir en ello de manera involuntaria, pero cuando somos conscientes de que lo que vamos a decir o hacer puede dañar y aun así lo hacemos, ya es un maltrato.
Un profesor peruano de la tercera edad y quien sufre de autismo, como muchos otros y debido a la pandemia dicta clases de manera virtual. Ese día canceló su clase para invitar a sus alumnos ver con él la nueva película de Bob Esponja, ya que no tenía con quién disfrutarla.
Sin embargo, desgraciadamente fue dejado solo por la mayoría de sus pupilos. No tomaron en cuenta el entusiasmo del maestro y lo dejaron en “visto”, aunque, como en toda historia, hubo un héroe que finalmente respondió al llamado.
La tierna historia de este docente llamado Carlos, plantado durante la tarde de películas que buenamente había organizado para salir un poco del estrés cotidiano, conmovió a cientos de usuarios de las redes sociales, al ver que tan solo uno de sus pupilos lo acompañó en su aventura fílmica bajo el mar.
“Mi profe canceló su clase para que todos veamos Bob con él, ya que no tiene con quién verla”, explicó el alumno que dio a conocer la historia a través de un video en sus redes sociales.
El sensible y solidario alumno también mostró las capturas de WhatsApp, donde el maestro invitaba a ver la película a todo el grupo, invitación que, al parecer, casi nadie tomó demasiado en serio
“Buenas tardes tengan todos, les necesito informar una cosa, ¡hoy cancelaré la clase para que veamos la nueva película de Bob Esponja juntos! ¡Se lo merecen, disfrútenlo! Por cierto, les dejaré de tarea dibujar su escena favorita en digital”, escribió el maestro Carlos en el chat del grupo.
Por su parte, muchos usuarios de las plataformas digitales reprobaron la poca empatía mostrada por los estudiantes para con su profesor, asegurando que este tipo de desplantes dañan la unidad que debe existir en el ambiente escolar, y también pueden lastimar su autoestima, sobre todo porque se trata de un adulto mayor con una condición especial.
“Esto está muy mal. Quizás algunas personas no se dan cuenta de que están tratando con desprecio a otras. Cuando no tomas en cuenta lo que alguien dice, o finges que no la ves, dañas su autoestima, especialmente si es una persona cercana a ti”, se lee en uno de los comentarios.
Y es que, para una persona con autismo, basta con el silencio para destruir la valoración que ha logrado de sí misma en años de terapia personal. No debió ser fácil para el profesor Carlos esta desilusión.
Claramente, y sin temor a exagerar, podemos definir este hecho como una actitud indolente, que, si bien puede tener mil caras, todas representan un comportamiento negativo. La pregunta es ¿Dónde están los padres? que son los principales portavoces de los valores.
Evita este maltrato emocional que causa un gran dolor y un daño difícil de reparar en las personas que queremos. Comparte esta historia con tus seres queridos.