En países en los que reina la violencia, los más pequeños siempre serán los más perjudicados. La inseguridad y pobreza tienden a separar familias, pues en ocasiones los padres se ven obligados a dejar el hogar para irse a labrar un mejor futuro para sus hijos.
Lo más triste de eso es que los niños se pierden del amor y las atenciones de sus progenitores, quienes son reemplazados por el cuidado de otros familiares.
En Yucatán, México, una abuelita está al cuidado de sus siete nietos y ante la imposibilidad de seguir respondiendo por ellos ha apelado al buen corazón de las personas en las redes sociales.
Esta señora no quiere lujos, sino mejorar las condiciones de vida de los niños que tiene a su cuidado. En ocasiones los pobres deben irse a la cama sin comer y no es por gusto, la abuela ya no tiene las mismas fuerzas para seguir trabajando.
La sexagenaria tiene un serio problema en su visión que ya ha avanzado demasiado y la mantienen cada día en mayor oscuridad.
La pobre mujer sufre de cataratas y además de eso es asmática, razón por la cual ha tenido que resguardarse en su hogar ante la amenaza del COVID-19 y no ha podido trabajar como antes.
La señora vive en el predio marcado con el número 608 de la calle 46 entre 27 y 28 de la colonia Salvador Alvarado Oriente. Un vecino comentó su caso en redes sociales con la intención de que alguien se animara a ayudarla a ella y sus nietos.
Los niños tienen edades comprendidas entre los 4 y 18 años, y necesitan no sólo alimento sino cobijas, ropita y calzado. Cualquier colaboración puede ser de gran ayuda para estos pequeños.
La familia vive en una humilde casa y desde allí planean enfrentar la vida, pero la abuelita al darse cuenta de sus pocas energías decidió buscar ayuda.
Sólo quiere que sus nietos no pasen frío ni hambre.
Aunque en las redes sociales se ha cuestionado el “abandono” de los padres, esta señora se niega a hablar del tema.
Frente a lo polémico que pueda sonar el asunto, los niños no tienen la culpa de atravesar por esta penosa situación. Esta abuelita sólo ha hecho lo mejor que puede para sacarlos adelante, sin embargo, su edad y padecimientos médicos la limitan cada día más.
Desde de darse conocer la situación de la familia en un periódico local, algunos ciudadanos se han abocado a ayudarles. De manera independiente, organizan pequeñas colectas para llevar los donativos hasta la casa en la que viven.
Son muchas las personas que viven pobreza extrema y pocos los que se animan a colaborar con los desprotegidos, comparte este caso y que los usuarios se compadezcan de esta anciana y sus nietos.