Se supone que cuando alguien tiene un inmueble arrendado es con la finalidad de obtener un beneficio económico producto de su inversión.
Es lamentable que algunas personas no honren el compromiso adquirido, especialmente cuando el propietario ha tenido la buena voluntad de llegar a un acuerdo a pesar del incumplimiento del pago de la renta.
Justamente eso fue lo que le sucedió a Elvira, una abuelita de 87 años, quien no tuvo otra alternativa que denunciar a su actual inquilino porque debe casi 10.000 dólares correspondiente a tres años de renta.
Este hombre vive con cinco personas más en el segundo piso del inmueble ubicado en la cuadra 6 del jirón Salinas en el distrito del Rímac, en Perú.
El inquilino, quien fue identificado como Percy Estrada Bravo no ha pagado el alquiler de 250 dólares mensuales durante 3 años, y a pesar de que esta abuelita le ha pedido su desocupación el hombre se niega a irse.
Esta situación ha sido muy desgastante para esta humilde mujer de la tercera edad, quien ha ingresado al hospital en reiteradas oportunidades tras presentar un cuadro de depresivo.
El dinero que ella debía estar recibiendo mensualmente le serviría para seguir sustentándose económicamente. En vista de la situación Elvira se vio obligada a alquilar su cochera para poder obtener algún dinero.
“Le dije que me pagara y no lo hizo. Muchas veces me ha hecho llorar. Quiero que se vaya de esta casa, solo eso pido”, dijo Elvira.
Según las declaraciones de la denunciante el inquilino no quiere abandonar el predio.
Por otro lado, la hija de Elvira detalló que ambos llegaron a una conciliación en diciembre del año pasado, donde acordaron que el hombre iba a abandonar la vivienda y pagarle a su madre el dinero de la renta; sin embargo, el sujeto no cumplió con su palabra.
Ella también denunció que el Tercer Juzgado de Paz del Rímac ha demorado mucho tiempo en remitir una orden para que el hombre abandone la casa. Asimismo, denunció que el inquilino moroso las amenazó verbalmente a ambas.
“Este hombre nos dijo: ‘Demándeme, yo tengo familia y amigos en el Poder Judicial. Yo no me voy de esta casa’. Yo solo quiero que esas personas se retiren porque le están haciendo mucho daño a mi madre, ella es una persona mayor”, agregó la hija de Elvira.
Es muy injusto que esta mujer, casi de 90 años tenga que estar pasando por tanta angustia por un hombre que no quiere asumir su responsabilidad.
Comparte el caso de Elvira, quien espera junto a su hija que los Juzgados o el Ministerio Público estudien su caso resuelvan a su favor.