El año 2020 no ha resultado sencillo para nadie, pero si hay algo que muchos hemos aprendido es la importancia de ayudar a los más necesitados. La pandemia y el coronavirus han dejado un fuerte impacto en la economía.
Muchos perdieron su trabajo y enfrentan serias dificultades para poder llevar el alimento a su familia.
Por fortuna, todavía hay muchos como Flo Osborne que no hacen más que dedicarse a los más necesitados. Flo es una dulce tatarabuela de 89 años de edad que se levanta muy temprano todos los días para comenzar a preparar sus deliciosas tartas.
Todo comenzó cuando Flo escuchó una campaña en la televisión del jugador Marcus Rashford.
Allí, hablaban sobre la terrible situación que muchos niños tendrían que pasar estas navidades ya que no contarían con un plato de comida. Sin dudarlo un segundo, Flo habló con su hijo y contactaron a North Essex Support Team para sumarse a la bonita causa.
Sin embargo, esto no es ninguna novedad, desde abril de este año, esta amorosa tatarabuela pasa la mayor parte de su día cocinando para los más necesitados.
Al principio, su mayor prioridad era ayudar a las personas de la tercera edad que no contaban con apoyo familiar o no podían salir de casa debido a las medidas de cuarentena.
Por suerte, Flo tiene tanto amor para dar que ahora cocinará unas adorables tartas miniaturas para poder sumarse a la causa de regalar un plato de comida a los niños. Durante el período escolar, cientos de niños cuentan con la tranquilidad de recibir un plato de comida completamente gratis en las escuelas.
Lamentablemente, esto no continuará durante las semanas de vacaciones navideñas. Es por esto que muchas figuras como Marcus Rashford se encuentran alzando la voz y han hecho todo lo posible para recaudar fondos y luchar para que ningún niño tenga que pasar hambre.
Son muchas las personas que se encuentran trabajando junto a NEST, pero Flo se ha destacado por ser la voluntaria de mayor edad. A pesar de tener casi 90 años, tiene la energía de una adolescente.
Cada día hornea 20 tartas de cereza o manzana y se asegura de comprar ella misma todos los ingredientes. Se trata de una receta que aprendió de su madre cuando era muy pequeña. No sabe a la perfección las proporciones sino que simplemente sigue su intuición. Afortunadamente, el resultado siempre es todo un éxito.
Si todos contáramos con la dedicación de la dulce Flo, no hay dudas de que haríamos del mundo un lugar mejor. ¡Comparte!