La pandemia de coronavirus nos ha traído innumerables historias maravillosas de amor filial. Esta vez, se trata de la relación entre abuelos y nietos. Sabemos que nuestros viejitos juegan un rol fundamental para los pequeños en la familia. Son mediadores, un modelo y una fuente de amor incondicional para sus nietos.
Kayleigh es una profesora de Liverpool, Inglaterra, quien el pasado 22 de enero de 2020 dio a luz a su pequeño retoño, Freddie. Sin embargo, antes de que Alice, de 81 años de edad, su madre y abuela del bebé pudiera conocerle, tuvo un accidente y se rompió la cadera. Fue trasladada de urgencia al hospital.
Pero, además, la dulce anciana padece de demencia senil. Una vez que se recuperó totalmente de su convalecencia, pudo regresar a Garden Lodge Care Home, la casa de retiro para personas de la tercera edad donde reside desde hace años.
Motivado al decreto de confinamiento por parte de la mayoría de los países del mundo, el asilo cerró sus puertas unas dos semanas antes del bloqueo producido en todo el Reino Unido desde marzo.
Sin embargo, por suerte, el hogar de ancianos ha estado trabajando sin descanso en las innovadoras cápsulas Chatterbox, que son básicamente habitaciones con micrófonos y altavoces dispuestos en cada una, con una amplia ventana y sillas a ambos lados. Esto significaba que Freddie, finalmente, podría conocer a su adorable abuela.
“La conoció por primera vez a los nueve meses, cuando introdujeron la cápsula en la casa. Las cabinas de visita se conocen como las Chatterboxes y son habitaciones con una gran ventana con una silla a cada lado, con micrófonos y altavoces.
Cuando llega una visita, puede sentarse y hablar con su ser querido a través de una plataforma”, dijo Kayleigh.
Con las cápsulas en completo funcionamiento, los residentes se han animado mucho al saber que podrán estar más cerca de los suyos. Kayleigh, por su parte, confiesa que no tener a su madre cerca ha sido muy duro para todos en la familia. Aunque, es comprensible que no fuera lo mismo, la mujer se sintió muy emocionada y agradecida.
“Fue gran una noticia cuando se abrieron las cápsulas. Fue muy emotivo ver a mi abuela y ver lo increíble que era con Freddie. Parecía volver a ser la misma y se reía y jugaba al escondite detrás del vidrio. Fue asombroso verlo”, aseguró
Según el personal que labora en el recinto para ancianos las visitas constantes a través de esta nueva modalidad han aumentado su energía y se le ve a Alice mucho más animada, cada vez que el pequeño nuevo miembro de la familia viene a jugar con ella.
Incluso la Navidad también podrá ser diferente este año, pero puede salvarse. Se están realizando las pruebas de flujo lateral, lo que significa que dos miembros de la familia elegidos pueden hacer visitas cara a cara. Esto es el principio del contacto entre personas, por primera vez desde febrero.
Alice está libre de coronavirus, gracias a la labor protectora de todo el personal, que se desvivió por mantener a salvo de la enfermedad a sus residentes. A decir, de Kayleigh, se trata de una plantilla de hombres y mujeres valiosos y muy optimistas. Pero sin duda la alegría que Freddie imprime en su abuela será su fuerza motora de ahora en adelante.
Comparte esta linda historia. Los nietos son, en definitiva, una fuente de ilusión para los abuelos. Son, en resumen, una inyección de vida.