James Anderson es un plomero de 52 años que adora su trabajo y también siente una gran vocación por ayudar a quienes más lo necesitan. Hace un par de semanas recibió una llamada en donde le pedían que hiciera unos trabajos.
En cuanto llegó se dio cuenta de que era la casa de una anciana que estaba pasando con dificultad los últimos días de su vida. Tenía problemas con su caldera y los daños en su casa estaban comenzando a volverse una gran incomodidad.
La dueña de la casa tiene nada menos que 91 años de edad.
Christine, la hija de la anciana fue la que hizo el llamado a James; pero en aquel entonces no podía imaginar el maravilloso trabajo que él realizaría preocupándose por el bienestar de su madre.
Para hacer los arreglos, James debía esperar la llegada de una pieza. Sin embargo, supo que alguien como la dulce anciana merecía toda la ayuda posible así que comenzó a visitarla un par de días a la semana para que todo siguiera en orden y la temperatura en su casa se encontrara lo más agradable posible.
“Estaremos disponibles para usted las 24 horas del día para revisar que todo funcione y ayudarla a mantenerse cómoda”.
Finalmente, cuando llegó la pieza; James hizo todos los arreglos. Ahora sólo era cuestión de enviar la factura; pero el enorme corazón del plomero le indicaba que debía hacer algo diferente.
Después de visitarla durante 3 días, James se enteró de que la señora tenía una agresiva leucemia y que ya se encontraba recibiendo cuidados paliativos. Decidió comunicarse con Christine y le envió lo que sin duda fue una factura conmovedora.
“Caldera con alta presión y dos fugas. La señora tiene 91 años, sufre de leucemia y se encuentra en los últimos días de su vida. Bajo ninguna circunstancia realizaremos ningún cobro”.
La factura indicaba una deuda total de cero dólares y por si fuera poco también le habían asegurado que seguirán atentos a su madre para ayudarla en estos días tan difíciles. En cuanto se dio a conocer la historia todos quedaron conmovidos con James. Él es el fundador de una empresa que trabaja la mayoría de las veces como caridad.
James trabaja en Depher Community Interest Company.
Si tienen que realizar trabajos para personas discapacitadas o de una edad muy avanzada procuran que los arreglos sean completamente gratis o al menos con un importante descuento. Esto suele depender cómo se encuentre el nivel de ingresos y donaciones de la empresa.
James tiene cinco hijos y tres nietos.
La madre de Christine ha sido sólo una de las muchas afortunadas en contar con la ayuda del generoso James. Esperamos que esto se convierta en un ejemplo de lo importante que es dedicar un poco de nuestro para hacer del mundo un lugar mejor.
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