No podemos negar que la realidad cala de manera diferente en cada uno de los hogares del mundo, algunas realidades están llenas de penurias donde a pesar de no tener casi nada hay quienes siguen apostando por levantarse cada día y ser una mejor persona.
Con el corazón llenito de esperanza salen trabajar y sacar el pecho por su familia porque confían ciegamente que en un mundo de oportunidades donde todo es posible.
El joven trabajaba en un huerto con su tío.
Esta es la historia de Luiz Gustavo, un joven que desde los 15 años de edad tuvo que asumir la responsabilidad de su hogar después de que su padre muriera y su madre se quedara sin trabajo por cuidar a la abuelita que quedó en cama tras sufrir un accidente.
Luiz siempre ha buscado oportunidades, superarse y ser un profesional, pero cada vez que lo intentaba la realidad lo golpeaba de frente como para indicarle que su destino era otro.
Estudiar medicina siempre fue su gran sueño.
Desde pequeño debió trabajar de mesero, empaquetador, asistente de farmacia y muchos otros oficios que realizaba con todo el gusto del mundo pero consciente que su corazón le indicaba que estaba dejando a un lado su sueño de convertirse en un gran médico.
Aunque Luiz no tenía los recursos para costear sus estudios cada año presentaba las pruebas de medicina en distintas universidades, y cada año era aceptado, pero el solo hecho de pagar la matrícula hacía imposible que el humilde joven lograra realizar estudios universitarios.
Su familia siempre ha sido su gran apoyo.
Incluso se decidió a estudiar otras carreras como Ingeniería Química o Ingeniera en Minas, ambas carreras no pudo culminarlas por no poder seguir pagando la matrícula.
Una vez más volvió a intentar para las pruebas de medicina en una universidad privada, pero esta vez fue diferente, al salir del trabajo Luiz fue a la universidad para ver los resultados y se encontró con la gran sorpresa, había logrado el quinto lugar que lo hacía merecedor de una beca.
“Siempre busqué motivación para estudiar Medicina. A veces grababa videos de médicos sin fronteras en Internet y los veía para motivarme. A veces, cuando me cortaban la luz en casa, pensaba que cuando me graduara no pasaría más por eso, que tendríamos carne en la mesa todos los días, que siempre desayunaríamos”. Comentó Luiz.
Si bien había sido ganador de la beca aún le quedaba un gran obstáculo, la universidad quedaba lejos de su casa y debía pagar una residencia. En vista de ello, no dudó en vender sus pertenencias para conseguir el dinero, ropa, cama, muebles, libros, todo lo que podía generarle dinero extra fue parte de la venta.
No pasó mucho tiempo para que su historia se diera a conocer entre sus vecinos y otras comunidades cercanas, fue así como Shirley Costa, una empresaria de origen humilde que tiene su propia línea de maquillaje supo de Luiz.
Gracias a la ayuda que Shirley le ofreció podrá estudiar en la Universidad de Palmas-Brasil.
La joven empresaria decidió ir hasta la casa de Luiz y conocerlo junto a toda su familia, notó un hogar que a pesar de no tener los mejores recursos económicos eran muy felices.
Shirley de alguna forma se vio reflejada en el joven, sabía que tenía un futuro comprometedor por lo que decidió financiarle un año de alquiler completo en su nueva residencia universitaria. Luiz no podía estar más agradecido y su familia feliz de verlo cada vez más cerca de cumplir sus objetivos. Que felicidad saber que los buenos somos más.
Si tienes algún sueño por alcanzar no desfallezcas, recuerda que estamos en un mundo de oportunidades donde todo es posible. ¡Comparte!