Tal vez cuando niño te alegrabas de que tus padres o maestros reconociesen tu esfuerzo al cumplir con un deber escolar escolar. Quizás, ya de mayor, recibiste una felicitación o un premio por defender tu trabajo final de grado o por un ascenso en tu puesto de trabajo.
Pues algo parecido e inesperado debió sentir una joven argentina cuando su casera le exoneró de pagar dos meses de renta, por cumplir con su labor como enfermera en estos terribles tiempos de pandemia.
Mayra Beron es una joven enfermera que trabaja en el Hospital Municipal de Bahía Blanca, en Buenos Aires, Argentina.
Es una trabajadora que cumple con su labor de forma abnegada sin mayores pretensiones que la satisfacción por ayudar a los pacientes que la pandemia afecta día a día.
En un diálogo vía Whatsapp Mayra le comenta a Mercedes Fonseca, su casera, acerca de su trabajo en la lucha contra el COVID-19. Le dice que se consigue con gente linda, pero que también existen personas que tratan mal a los empleados de la salud porque creen que los pueden contagiar.
«En agradecimiento a lo que haces, no me pagues el alquiler durante dos meses«, le escribe la propietaria del departamento donde vive la enfermera.
Mayra, completamente sorprendida, de entrada no acepta la generosidad de su casera y le dice que ella también necesita el ingreso y que, además, ese es parte de su trabajo en el hospital. Mercedes reafirma su gesto diciéndole:
«No importa. Es mi colaboración por todo lo que haces. ¡De verdad!».
La joven, sintiéndose completamente agradecida, le confiesa que le ha hecho brotar lágrimas.
Y es que Mercedes Fonseca ha demostrado ser una persona sensible ante una labor que se ha vuelto altamente riesgosa por el peligro que representa infectarse del actual coronavirus, que ha matado ya a más de 100 mil personas a nivel mundial.
Hay consenso en todo el mundo al decir que los trabajadores de la salud son quienes han estado al frente de la batalla contra el feroz COVID-19.
Diariamente profesionales del área sanitaria como doctores, paramédicos, enfermeras, farmaceutas, auxiliares, son los que arriesgan sus vidas para salvar las de otros.
Mayra Beron y una compañera de trabajo antes de la pandemia
A veces se nos olvida que, al igual que cualquiera de nosotros, ellos poseen una familia que los espera en casa. Por ello su nivel de compromiso con su profesión, aparte de su vocación humanista, los convierte en verdaderos héroes actuales ante las difíciles circunstancias que sufre el planeta entero.
En distintos países, la gente espontáneamente ha agradecido y ha rendido tributo, así sea con simples aplausos, la labor de estos valientes empleados de la salud que, al igual que Mayra Beron, se merecen todo nuestro respeto.
Merecen nuestra consideración y admiración en su desempeño por salvar a los contagiados y, Mercedes Fonseca también, por su agradecido corazón.
Hay que reconocer el valor en sí mismo que tiene el trabajo bien realizado, la labor bien ejecutada, la misión que cumplimos en este mundo siendo siempre fieles a nuestros principios, aunque con ello pongamos en riesgo nuestra vida en favor de los demás. Comparte este acto solidario.