Actualmente el mundo está atravesando por una difícil emergencia en la que quedarse en casa es la mejor opción para evitar la propagación del COVID-19. Sin embargo, hay quienes deben cumplir con su deber para luchar directamente con este silencioso enemigo que ha acabado con la vida de miles personas.
El personal sanitario es reconocido como un grupo de héroes sin capa que se han ganado la admiración y el respeto de todo el mundo.
Los trabajadores de atención médica a pesar de estar protegidos no están exentos de contagiarse.
Para este gremio cada día está lleno de retos y algunos obstáculos donde llegar al hospital para cumplir con el turno no siempre es tan fácil.
No se trata solo de enfrentar el caos de los pasillos de la sala de emergencia, sino lidiar con las guerras personales y problemas externos que ameritan tiempo para resolverlos, arreglar el automóvil es uno de ellos.
Este gremio es quien está al frente de la línea de batalla para combatir el COVID-19.
Recientemente, Kyrie A. quien cumple una hermosa labor como enfermera, estaba teniendo algunos problemas con su auto. Justo cuando estaba saliendo para ir a trabajar, notó que la batería estaba descargada.
Quedaba poco tiempo y su principal medio de transporte se había echado a perder. Intentó algunos trucos para hacerla funcionar pero nada funcionaba.
Médicos y enfermeras han fallecido víctimas de coronavirus.
Kyrie comenta que después de unos minutos escuchó una camioneta estacionarse cerca así que salió corriendo para pedirle ayuda. Tras explicarle al hombre lo que estaba sucediendo y comentarle que solo tenía unos cables y alicates este se dispuso a ayudarla.
Mientras tanto, Kyrie intentaba llamar algunas personas para que la contactaran con algún mecánico, la batería estaba más que descargada y necesitaba un reemplazo.
En muchos países le han brindado homenaje a través de aplausos desde los balcones.
Mientras esto sucedía el gentil hombre escuchaba a Kyrie preocupada, no por su auto sino porque llegaría tarde al trabajo.
Así que decidió hacer un hermoso gesto que la dejó en sonrisa permanente y le aflojó algunas lágrimas. El hombre le dijo:
Sé que esto puede sonar extraño, pero he estado en cuarentena con mi esposa un largo tiempo. No tengo nada que hacer. Puedo quedarme aquí y esperar al mecánico y tú puedes conducir mi otro auto al trabajo si quieres. No lo necesitaremos”.
Desde luego que Kyrie le preguntó varias veces si estaba seguro, el hombre solo tomó las llaves del auto y se las dio. Ella le pidió su nombre y teléfono y condujo el auto hacía el trabajo llorando la mayor parte del camino.
El gesto la conmovió tanto que la hizo pensar que nunca antes había recibido un acto de generosidad de esa magnitud. Ella solo espera poder pagar algún día lo que un extraño hizo por ella, pero todos sabemos que su esfuerzo en medio de esa situación es el mejor aporte a nuestra sociedad.
No te vayas sin compartir esta emotiva historia para que todos valoremos el esfuerzo que hacen médicos y enfermeros ante esta difícil situación. Ellos son verdaderos héroes que están salvando vidas.