Las mujeres nacen con el don maravilloso de la maternidad, aunque hay quienes dicen que se refleja solo cuando están preparadas recomendando tener hijos después de haber terminado su preparación académica, por ejemplo, o de haber alcanzado estabilidad emocional y económica.
Además, un factor importante a considerar, es que la mujer tenga las condiciones físicas adecuadas para que el embarazo no represente un riesgo para su salud ni para la del bebé.
No siempre la maternidad llega cuando la mujer ha madurado por completo, pero con ayuda adecuada una joven puede asumirla y no se le debería negar la oportunidad como concluyó una juez en el Reino Unido sin darle tiempo suficiente a la joven a defender su derecho.
Nadie está mejor equipada, incluso genética y biológicamente para criar a un ser humano, que su propia madre, obviamente con las excepciones propias de situaciones puntuales.
Un caso se presentó ante un juzgado en el Reino Unido, se trataba de una jovencita de 16 años que quedó embarazada.
La juez Helen Black, era la responsable de conocer y decidir sobre el caso, en cuanto a si la madre debía quedarse con la criatura o darla en adopción.
La magistrada, después de escuchar las pruebas en no más de 13 minutos, y en un juicio de tan solo 360 palabras, decidió que la joven no sabía de qué se trata ser madre, y ordenó que entregara a su bebe en adopción.
De inmediato, la férrea juez se ganó el rechazo y critica de sus colegas. Incluso, los jueces de apelación la acusaron de haber enviado al abogado que asistía a la joven fuera de la sala del tribunal con la finalidad de presionar a la chica para que entregara al bebé.
Otro juez muy reconocido en los tribunales fue contundente y categórico en cuanto a la conducta de la juez.
“La juez Black es una juez de familia muy respetada y con mucha experiencia, es muy consciente de la necesidad de garantizar que no se cruce la línea entre abuso de poder e injusticia, pero lamento decir, sin embargo, que no tengo dudas de que la línea se cruzó en este caso», afirmó el Juez Baker.
En el tribunal no se conformaron con ese fallo, fueron contundentes y recusaron la decisión argumentando que el caso de la joven debía ser presentado ante otro juez poniendo como máximo un plazo de una semana.
Aunque la información sobre este caso es confidencial por tratarse de una menor, se supo que el bebé estuvo viviendo con padres adoptivos durante seis meses.
La situación se ha complicado porque la joven viene de una familia disfuncional, que ha estado bajo observación por parte de los trabajadores sociales durante algunos años.
Mientras se resuelve el caso, madre e hijo viven en hogares de acogida hasta tanto los trabajadores sociales decidan si ella es capaz de criar al niño.
Lo legal no debería reñirse con lo humano. Deberían dar el apoyo que requiere la joven madre para que ella asuma responsablemente su maternidad. Nadie como ella que lo llevó nueve meses en su vientre para amar a ese niño.
¡No solo porque se es joven no se puede aprender a criar a un hijo!
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