El nacimiento de un bebé llega para cambiarlo todo. Se trata de un momento mágico después de nueve meses de dulce espera y desde entonces la vida de los padres no volverá a ser la misma. Una de las cosas que se ve más afectada es el sueño. Los primeros meses un bebé se despierta constantemente en las noches e interrumpe el sueño de la mamá para pedir comida o que cambien su pañal.
Se estima que los padres pierden más sueño con el primer hijo que con los que nacen después.
Es por esto que un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford, decidieron unirse para calcular cuánto tiempo tardan los padres en recuperarse de los trasnochos causados con la llegada de un bebé. Todos los resultados apuntan que el sueño se ve afectado por mucho más tiempo que los primeros tres meses de vida del bebé. El Doctor Sakari Lemola explicó lo impresionados que estaban al finalizar la investigación.
“No esperábamos encontrar este resultado. Parece que hay muchos cambios en las responsabilidades que los padres tienen”.
Muchos piensan que los problemas para tener una buena noche de sueño se encuentran exclusivamente durante los primeros meses de edad. Pero puede que los padres tarden hasta seis años en volver a dormir de la misma manera en que lo hacían antes de la llegada del bebé.
“Los niños dejan de llorar en la noche mientras crecen, pero también pueden tener pesadillas o enfermarse. Además, las preocupaciones y el estrés de ser padres también afectan el sueño”.
Durante los primeros tres meses del bebé una madre pierde más de una hora de sueño por noche. Cuando el bebé alcanza un año de edad, el número desciende y pierde cerca de 40 minutos por noche. Los padres, en cambio pierden un promedio de 13 minutos por noche de sueño.
El estudio se centró en 2.200 hombres y 2.500 mujeres.
Con el paso de los años es posible que las madres comiencen a dormir cada vez más y consigan una mejor mejor calidad de sueño, pero se calcula que tanto madres como padres tardarán cerca de seis años en reponerse de tantas horas de trasnochos.
“La falta de sueño puede ser física y emocionalmente agotadora. Se recomienda a los padres que traten de no preocuparse por las cosas que no son estrictamente esenciales y acepten la ayuda de sus familiares y amigos”.
Estos impactantes resultados han logrado despertar la atención sobre la importancia de apoyar a madres y padres en un momento tan crucial para que puedan descansar y tener la mayor energía posible al cuidar a sus pequeños.
Comparte esta interesante investigación para valorar el enorme trabajo que las madres de todo el mundo realizan por sus hijos.