Chelsea Haley es una de esas personas que no solo aman su carrera, sino a la vida misma y por eso ante las dificultades están siempre listas a dar lo mejor de sí. De tal modo lo demuestra el gran gesto de humanidad que tuvo con un adolescente con problemas y su hermano, a quienes decidió adoptar.
En el 2015 la mujer de Marietta, Georgia, Estados Unidos, estaba recién graduada y prestaba servicio como educadora en una escuela de bajos ingresos en su estado. Esto como parte del programa social Teach for America.
La vida de Chelsea no era perfecta, pero sí cómoda y con una profesión que amaba, fue en esa institución que conoció a Jerome.
El chico fue suspendido de la escuela por problemas de conducta y tenía dificultades para avanzar en su aprendizaje, así que Chelsea decidió acercársele.
Con la intención de ayudarlo en las clases, la mujer fue estableciendo un vínculo especial con el joven a quien acompañaba a los partidos de futbol y le compraba sus útiles escolares.
Pronto Jerone preguntó a Chelsea si podía vivir con ella.
En el 2016 un tribunal le concedió la custodia total del joven, pero la historia no terminó allí pues en la actualidad Chelsea también tiene la tutela del pequeño Jace, hermano menor de Jerone.
«Ser su madre es la mayor bendición de mi vida. Me despierto por la mañana y amo a dos pequeños», dijo Haley.
Aunque para la mujer adoptar a los hermanos ha sido la mejor decisión de su vida, no podía olvidar la deuda que adquirió con préstamos estudiantiles diferidos para lograr pagar los honorarios de los abogados que la ayudaron en todo el proceso.
Una vez obtuvo la custodia de los chicos, Chelsea comenzó a trabajar jornadas dobles. Además vendió comestibles de manera informal y debió vender su entregar su casa y mudarse a la propiedad de sus padres.
«Además de ser maestra, daba clases particulares un par de días a la semana», dijo Chelsea.
Después de tanto esfuerzo, esta mujer ha pagado su deuda de 48,683.41 dólares, entre tarjetas de crédito y préstamos estudiantiles con intereses.
Aunque el asunto no fue para nada fácil, ahora la mujer siente que todo ha valido la pena y está lista para enfocar sus ahorros en la planificación del futuro de sus hijos.
Chelsea espera brindarle a Jerone y a Jace la posibilidad de continuar con sus estudios e ir a la universidad. La mujer desea ser para ellos la madre que tanto merecen y ahora se siente tranquila de saber que tiene el camino libre para ahorrar sin deudas por el futuro de sus pequeños.
Sin duda que esta educadora es un ejemplo para la humanidad, comparte su tierna historia y demuéstrale al mundo que los buenos siempre son más.