Posiblemente, debido a la larga tradición de familias patriarcales, donde la mujer ha jugado fundamentalmente un papel de ama de casa, las sociedades consideran que su situación actual es normal. Sin embargo, es un hecho innegable que estas son más vulnerables que los hombres dentro del mercado laboral
Una mujer de nombre Ilda Lamas, se ha vuelto muy popular tras tomar las riendas de su vida y romper con los viejos estereotipos. La aguerrida dama se convirtió en una electricista, plomera y soldadora de gran calidad en este tipo de oficios, normalmente dominados por los caballeros.
También conoce de pintura de obras, construcción, albañilería, y nada tiene que envidiarle al mejor fontanero.
Parece haber nacido con un talento innato, que utiliza, además, como bandera emancipadora del género femenino. Su historia fue visibilizada en las redes sociales y obtuvo cientos de miles de seguidores.
“Esta es una verdadera historia de superación. Ilda es electricista, plomera y soldadora: pese a lo prejuicios machistas, siguió adelante con sus oficios y supo afrontar situaciones machistas”, comentó un usuario.
Lamas comenzó a mostrar interés en este tipo de trabajos hace unos 15 años atrás, momento en el cual se decidió a construir su casa con sus propias manos para abaratar costos.
Así, se dedicó a formarse con mucho empeño, para poder realizar por sí misma todos esos trabajos. Un vecino la motivó a estudiar en la provincia argentina de Chubut y, de inmediato, fue a una escuela profesional de la zona para averiguar.
“Fue muy difícil el primer día, me paré en la puerta y eran todos hombres. Yo entré, todos se dieron la vuelta y me miraban. Me dio vergüenza y me fui, no entré ese día, fui al día siguiente y había un profesor que me preguntó a quien buscaba, le conté y me hizo pasar”, comentó.
Ilda cursó primero plomería, luego electricidad, y comenzó a trabajar arduamente y con mucha motivación en la construcción de su nuevo hogar. Dice que mucha gente comenzó a conocer de su historia y la recomendó. También, asegura que prefiere su trabajo actual al anterior como empleada doméstica.
“El boca a boca me ayudó, y así mucha gente se fue enterando. Yo trabajaba como personal doméstico, pero no era lo mismo que estar en una obra, que me gusta más”, comentó.
Explicó, además, lo duro que le resultó lograr adaptarse a un ambiente de hombres, ya que era la única mujer en el grupo. Estuvo en Chubut dos años sin mujeres alrededor que realicen este tipo de oficios, por lo que fue muchas veces criticada y señalada.
Últimamente, Ilda fue protagonista de un incidente bastante lamentable, cuando el dueño de una de las obras en las que trabaja la trató con desprecio. A pesar de que confesó sentirse mal al principio, esta mujer luchadora le restó importancia y continuó y continúa con lo suyo.
Ella decidió que nada ni nadie puede cambiar su voluntad y gran talento
Si eres una fémina como Ilda, y decides hacer de tu vida una que te dé felicidad, sigue tu sueño, estudia, fórmate y supérate cada día. Comparte esta historia con tus familiares y amigos.