Breanna Lockwood y su marido, Aaron, llevaban mucho tiempo tratando de ser padres sin tener éxito por vía natural. Ya a sus 30 años las posibilidades de Breanna para ser madre comenzaron a disminuir rápidamente.
Ambos tuvieron que aceptar la dura realidad de que quizás no conseguirían tener a ese bebé tan deseado sin contar con los avances de la ciencia.
Una de las alternativas que la pareja se planteó fue un poco extraña, pero funcional. Breanna no quería confiar su óvulo fecundado a cualquier persona, por lo que decidieron usar el vientre de Julie Loving, su madre.
Fue entonces cuando el proceso se inició y a Julie le implantaron el embrión para que gestara al bebé de su hija. Después de un embarazo bajo observación y sin mayores contratiempos, Julie, de 51 años, dio a luz a su nieto sin problemas.
“Fue un proceso completamente surreal. Fueron muchos sentimientos encontrados al ver a mi madre pasar por todo el proceso y entender todo lo que ella había hecho por mí, y seguía haciendo”, dijo Breanna.
Breanna no se quedó conforme tras recibir la noticia de que sus posibilidades de tener un hijo por medios naturales eran prácticamente nulas, y se sometió a tratamientos de fertilización in vitro, cuyos resultados inicialmente parecían ser positivos.
Pero incluso cuando le confirmaron que estaba embarazada de gemelos, tristemente poco tiempo después los perdió.
Los médicos fueron muy sinceros, el problema no era que Breanna quedara embarazada, sino su capacidad para mantener a los bebés dentro de ella para cumplir el proceso de gestación.
Los especialistas le recomendaron que considerara la opción de un vientre de alquiler, pero no tenían el dinero para pagar lo que cobraban las agencias de búsqueda y encargadas del proceso.
Así que la otra opción era pedir la ayuda de algún miembro de la familia. Los médicos dijeron que no era lo común, pero que si ella confiaba en su madre y ella estaba de acuerdo, empezarían el proceso cuanto antes.
«Mi madre superó sin problemas el embarazo y también el parto. Tuvimos un par de momentos tensos con alguna leve complicación, pero el equipo médico supo lidiar con esto sin mayor problema”, agregó Breanna.
Realmente esta es una historia poco frecuente, sin embargo, nos demuestra que el amor va más allá de la vida.
“Lidiar con la infertilidad es lo más difícil que me ha tocado en la vida, porque cuando tienes planes de tener una familia te dicen que eres infértil sientes que tu sueño es imposible. Afortunadamente tengo a mi madre”, agregó Breanna.
Después de cumplir los meses de gestación Breanna tuvo a su hijo, y Julie a su primer nieto.
Esta bebé llegó al mundo del vientre de su abuelita, tendrá una grandiosa historia qué contar. Su caso no para de generar comentarios en las redes, no te vayas sin compartirlo.