Definitivamente la buena voluntad no habita en todos los corazones. En su lugar pareciera que muchas personas colocan el descaro cuando realizan algunas exigencias que no tienen sentido.
Fue lo que hizo esta mujer cuando se presentó el 4 de enero en la tienda donde había comprado su árbol de Navidad para devolverlo porque estaba «muerto» y pedir el reembolso.
Realmente es un acto carente de vergüenza tener la osadía de regresar el árbol cuando la víspera de Navidad quedó en el año viejo.
Para la fecha en que la mujer decidió ir a llevar el árbol de retorno a la tienda, el resto de los mortales esperaban el encantador y mágico día de Reyes para decidir donde dejar el árbol que ya cumplió su maravillosa misión de alegrar las fechas decembrinas.
Sin lugar a duda, esta mujer perdió el sentido común, si es que alguna vez lo tuvo.
Asombrosamente esta mujer obtuvo el dinero de retorno por su árbol «muerto».
El personal de la tienda estaba incrédulo ante la desvergonzada petición de esta mujer y decidió tomar una fotografía para dejar constancia de la veracidad de esta situación.
En la imagen se aprecia a esta mujer que no fue identificada, en la cola con su gran árbol “muerto” en la cola en Costco.
No puedo inventar esto. Una mujer con total despreocupación en la cola en Costco para devolver el árbol de Navidad porque está “muerto” ‘el 4 de enero”.
Definitivamente “ver para creer”. Es una persona con pocos valores morales y con tan poca conciencia. El comprador añadió que es muy desgarrador pensar que ella tenía tanta necesidad de esas monedas que perdió el respeto propio. Si es así, pobre de ella.
La mujer aceptó el dinero y dio la impresión de que justo en el momento de verificar el reembolso en la cuenta tuvo un mísero sentimiento de vergüenza. Sin embargo, ese sentimiento no le afectó en nada por su falta de conciencia.
Aunque su nombre no salió a la luz pública su rostro debe ser recordado para el próximo año. Tal vez tiene por costumbre utilizar un árbol de Navidad para decorar y alegrar su residencia gratis.
Muchas veces hemos escuchado que «pagan justos por pecadores», y ciertamente por personas cómo estas, que caen en el abuso, es que las restricciones nos salpican a todos aún cuando nuestro comportamiento no sea el mismo.
Los valores se enseñan en casa y se crece con ellos. Deja mucho que desear personas que se quieren pasar de listos pasando por encima de los demás. Comparte esta historia, quizás sirva para despertar en esa mujer un poco de vergüenza.