Las relaciones entre personas del mismo género es un tema bastante polémico que tiene seguidores como detractores. A pesar de que en la actualidad el colectivo LGTBI ha logrado grandes avances en cuanto a la lucha por reivindicar sus derechos, sin embargo, gran parte de la sociedad, especialmente las propias familias, no aceptan que sus hijos se declaren abiertamente lesbianas o gays. Y lo que tienen que vivir para defender sus preferencias sexuales puede convertirse en un verdadero calvario.
La reacción de una madre frente al hecho de que su hijo Chad fuera gay se apoderó de las redes sociales recientemente, después de que el suceso se difundiera abiertamente en la red social Reddit.
La intolerante mujer llamada Christine no entendió que ante todo debía ser madre y tras no aceptar las preferencias de su hijo, decidió echarlo de la casa sin más, alegando sus principios morales católicos.
El joven, totalmente desprovisto de un techo y el amor de quienes le dieron la vida, acudió a su abuelo, quien por suerte lo acogió con todo el cariño del mundo. No sin antes enviarle una contundente carta a su hija, de la que renegaba en absoluto.
«Me echó de casa porque es lo que Jesús hubiera querido o cualquier razón que excuse los llamados religiosos que usan las personas para justificar su fanatismo», reveló Chad.
El abuelo pagó con la misma moneda a su hija, dándole su propia medicina.
«Querida Christine, estoy decepcionado de ti como hija. Tienes razón en que tenemos una «vergüenza en la familia», pero nos equivocamos acerca de lo que es. Sacar a Chad de tu hogar simplemente porque te dijo que era gay es la verdadera «abominación» aquí. Un padre que niega a su hijo es lo que va «contra la naturaleza»«, empieza la cruda carta del abuelo a la mujer.
«Lo único inteligente que te oí decir en todo esto fue que «no educaste a tu hijo para que fuera gay». Por supuesto que no lo hiciste. Nació de esta manera y no lo eligió más de lo que él escogió ser zurdo. Sin embargo, has elegido ser hiriente, de mente estrecha y atrasada«, continúa la misiva.
Le dijo que ser gay no era en absoluto ningún pecado, pero que no se preocupara, ya que él mismo se haría cargo de la crianza de Chad, de quien sí estaba orgulloso. Por supuesto que aprovechó además para ponerla en su lugar:
«Entonces, mientras estamos en el negocio de repudiar a nuestros hijos, creo que aprovecharé este momento para despedirme de ustedes. Ahora tengo que criar a un nieto fabuloso y no tengo tiempo para la crudas palabras de mi hija. Si encuentras tu corazón, llámanos», concluye.
Un duro mensaje para la mujer pero que revela que muchas veces los abuelos con su sabiduría infinita nos dan verdaderas lecciones. No disgrega entre credos, ideologías o creencias, ante todo saben de amor.
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