Un oso de peluche apareció ante los ojos de un humilde padre que tenía la ilusión de regalarle algo especial a su hija, y sufría por no tener los recursos económicos para hacerlo. Cuando él lo trasladaba en su moto captó la atención de todos los transeúntes.
Recientemente, Azri Walter estaba conduciendo hacia su oficina cuando vio a un motociclista que llamó su atención.
El hombre conducía con un poco de dificultad, ya que llevaba un enorme oso de peluche, Azri condujo a su lado y ambos quedaron detenidos al llegar a un semáforo con la luz roja.
Azri vive en la ciudad de Putraya, en la India.
Llena de curiosidad, volvió a observarlo y notó que el hombre se encontraba al borde de las lágrimas.
Fue entonces cuando ella decidió preguntarle sobre el enorme peluche para averiguar que todo estuviese bien. Se trataba de un amoroso padre que llevaba días buscando un osito de peluche para su hija más pequeña. Y cuando uno desea algo con todo el corazón, al universo no le queda opción que dárnoslo.
“Eres el mejor padre del mundo”, le dijo Azri.
Ella le había pedido el regalo con mucha ilusión pero cuando él fue a la tienda se dio cuenta de que el precio era mucho más elevado de lo que había imaginado, su situación era algo precaria.
Quería dar a su pequeña el regalo que tanto quería pero el monto era tan alto que hubiese tenido que sacrificar el alimento de toda su familia. Aunque quería complacer a su pequeña hija no podía sacrificar las necesidades básicas de su hogar para comprar un regalo.
“Ayer los vi en la tienda pero eran demasiado caros. Necesitaba ese dinero para comprar comida”, se lamentó el hombre.
Tan sólo un día después de haber pasado por la difícil decepción de no poder comprar el peluche, el hombre encontró un enorme oso lanzado a la basura de su oficina.
Se encontraba en perfectas condiciones, sólo que un poco sucio y eso para él no era un problema, había encontrado la oportunidad de hacer feliz a quien tanto amaba y no iba a desperdiciarla.
Se sintió agradecido y complacido por haber conseguido ese oso que alguien tiró a la basura pero que a él le alegraba el corazón y le daría mucha felicidad a su hija.
“Este oso es una bendición. Lo voy a lavar y después mi hija va a estar muy feliz”, le explicó el hombre a Azri.
Él no lo pensó dos veces y lo tomó para poder sorprender a su hija, de allí la enorme emoción con la que lo encontró Azri.
Sus lágrimas eran de felicidad, se sentía demasiado afortunado al encontrar aquel enorme oso de peluche en el basurero. A veces, lo que para algunos es un desecho, para otros representa un tesoro.
“Vamos todos a seguir luchando. No podemos rendirnos porque siempre hay esperanza”, reflexionó Azri tras su encuentro con el hombre.
Su alegría era tan genuina que conmovió a Azri, no había dudas de que se trataba de un padre ejemplar.
El feliz padre abrazaba al oso de peluche que haría feliz a su hija
Sin importar lo difícil que estaba la situación, aquel hombre era capaz de afrontarlo todo con la mejor de las actitudes y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para ver a su hija sonreír.
Ese es el ejemplo que todos necesitamos en tiempos tan difíciles para recuperar la esperanza en y recordar que lo más importante no se puede comprar con dinero: es el amor y la empatía.
Sin duda, el destino ayudó a este padre a cumplir lo que más anhelaba, demostrando que cuando queremos algo con todo el corazón el mundo conspira para hacerlo realidad.