Lo que parecía un inofensivo paseo en familia se convirtió en un asunto casi mortal para una pequeña de sólo 4 años de edad. Isla Grainger estuvo más de dos semanas en un coma inducido para mantenerla con vida, después de que una infección mortal atacará su organismo.
La pequeña contrajo la infección en un viaje familiar al Zoológico Yarmouth en la Isla de Wight.
La familia de Whiteley en Hampshire realizó un viaje de fin de semana en la isla, en la cual visitaron una granja, las arcadas y una playa en Sandown pero poco tiempo después la pequeña enfermó.
Isla presentó síntomas de quebranto y diarrea, al igual que su madre de 21 años, Lauren Aspery. Al parecer, el único que quedó libre de la infección fue Lewis Keith, la pareja de la Sra. Aspery.
Pero en el caso de Isla el asunto se complicó y la niña fue llevada al departamento de emergencias del Hospital General de Southampton, después de que dejase de comer por tres días.
En ese momento los médicos se dieron cuenta que estaban frente a una infección por la bacteria E. coli.
Pero el asunto se había convertido en un síndrome urémico hemolítico, que afectó las células sanguíneas y los vasos sanguíneos de la niña y le provocó una insuficiencia renal.
“Fue aterrador. Pensé lo peor y que íbamos a perder a nuestra pequeña niña. Realmente creía que esto era sólo un mal caso de enfermedad pero el médico tomó aliento y nos dijo: ‘Isla está muy, muy mal, mucho más enferma de lo que pensábamos’.
A partir de este momento, todo lo que dijo el médico fue un mal sueño. Isla tenía insuficiencia renal. Sus riñones no funcionaban en absoluto y su cuerpo no podía resistir más”, relató la madre.
La niña se encontraba entre la vida y la muerte, así que los médicos debieron actuar rápido. Isla fue sometida a una cirugía para extraer un catéter retorcido y después fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos, donde fue puesta en coma inducido por 17 días.
Unas semanas de mucha angustia y dolor para la Lauren quien trabaja para una compañía hipotecaria.
La E. coli es una bacteria que se aloja normalmente en el intestino y las heces de muchos animales, particularmente el ganado.
Cualquier persona puede contagiarse al consumir algún tipo de alimento contaminado pero en el caso de Isla, lo más probable haya sido que tuviese contacto con algún animal infectado durante su visita a la granja de contacto.
Por fortuna, la pequeña se encuentra estable y ha podido regresar a casa. Aunque aún no ha vuelto a la escuela, hasta que no se determine que se encuentra completamente libre de la bacteria.
“Estaba tan contenta de haber tenido una respuesta y saber qué causó todo, pero estoy muy preocupada de que aún no sepamos con exactitud de dónde se contrajo la E. coli, y hay muchas posibilidades de que otras personas puedan estar en riesgo sin saberlo”, comentó la madre.
Hasta la fecha, la oficina de sanidad lleva a cabo una investigación para determinar si las sospechas de que exista algún animal infectado en la granja que visitó Isla sean ciertas.
Por su parte, la madre sólo desea que nadie más atraviese por el dolor de ver a su pequeña respirando por un tubo, y ante esa realidad decidió hablar sobre su caso.
Por favor no te marches sin compartir esta historia. Previsiones simples como lavarse bien las manos pueden evitar que otras personas se contagien de esta bacteria ¡Comparte el caso de Isla y ayúdanos a crear consciencia!