¿Hasta cuándo los niños tendrán que dejar los juegos para padecer con problemas de adultos que los fuerzan a crecer abruptamente?
Tristemente, cada vez son más los pequeños que tienen que realizar peligrosos viajes, dejando atrás sus países de origen y también a sus seres queridos.
Este es el drama que se vive todos los días en la frontera entre Estados Unidos y México. En una crisis humanitaria sin precedentes, miles de familias centroamericanas toman la difícil decisión de separarse, en un intento de poder escapar de la pobreza y la falta de seguridad que azota a sus lugares de origen.
Una pequeña de solo 8 años de edad, llamada Emely Antonio Dominguez Valdez, salió de su natal Honduras con una difícil misión: viajar sin sus padres y cruzar el Río Grande que divide a México de los Estados Unidos.
Emely se separó del hombre que la acompañaba y que tenía el número telefónico de sus padres
En su travesía, Emely únicamente estaba acompañada por un hombre dedicado al traslado ilegal de migrantes. Sin embargo, la pequeña se separó del hombre cuando comenzó una gran tormenta, perdiendo así el número de contacto para poder comunicarse con sus padres al llegar a los Estados Unidos.
“No traigo nada. Me siento muy mal”, dijo la pequeña cuando los oficiales de migración le preguntaron si tenía un número al cual pudieran llamar.
Emely fue rescatada por los oficiales fronterizos en la zona llamada “La Joya”, en Texas, tras haber caminado sin rumbo muchas millas, enfrentándose a caminos llenos de lodo y a condiciones climáticas extremas para todo niño.
La triste imagen ha consternado a miles de internautas en todo el mundo; muchos de ellos condenan la decisión de los padres, criticando severamente el exponer de semejante forma a los pequeños.
“Los padres que abandonan a sus hijos simplemente no los aman. Los verdaderos padres se sacrifican para tener a su lado a los hijos, no los dejan a su suerte”, comentó un internauta.
Su madre afirma que no estaba enterada del peligroso viaje que realizaría la niña
El destino de Emily es incierto, al igual que el de cientos de niños que, como ella, han llegado solos a un lugar que les es completamente desconocido, sin nadie a su cuidado. Su madre se enteró de que había llegado sola a los Estados Unidos después de que su imagen se viralizara y espera poder reunirse con ella muy pronto.
Ningún niño merece pasar por una experiencia tan dramática como la que vivió Emily. Comparte esta impactante historia y ayuda a crear un mundo mejor en el que la niñez sea respetada.