Kaylei Miller, una niña de 9 años, oriunda de Louisville, en Kentucky, Estados Unidos, perdió a su padre trágicamente en un accidente de tránsito, del cual se desconocen los detalles.
Su padre, Jason, no contaba con un seguro de vida y su familia no tenía el dinero suficiente para costear su funeral. Ante la apremiante y devastadora situación la familia decidió hacer una colecta en línea para poder recaudar fondos.
Pero Kaylei, estudiante de cuarto grado de la primaria, quería colaborar y usó sus habilidades en la cocina para hornear exquisitos pasteles y ofrecerlos a todos los vecinos.
La familia de Jason, de 35 años, estaba devastada por su trágica partida el domingo 03 de enero tras el accidente automovilístico que acabó con su vida.
Según información local, Jason eran una persona ejemplar, un hombre trabajador y muy dedicado a su familia, siempre preocupado de que no faltara alimento sobre la mesa.
Tras su muerte, la situación para la familia era muy complicada no solo por el dolor de su ausencia, sino por no tener ningún seguro que los ayudara hacer frente a los gastos.
Pero Kaylei convocó a todos sus vecinos tras usar sus dones culinarios, especialmente en la repostería. Se puso manos a la obra, horneó pasteles, galletas y otros postres para vender y recaudar dinero.
«Simplemente me gusta hornear. Quería juntar dinero para poder hacerle un funeral a mi papá», dijo Kaylei.
Kaylei preparó un rico pastel de “terciopelo rojo” con frosting rosado y mostacillas, palomitas de maíz, una galleta de chocolate Reese y un brownie, entre otras delicias.
Los vecinos se enteraron rápidamente de la emotiva iniciativa de Kaylei y no dudaron en asistir a la convocatoria para comprar los postres.
Eran muchos los autos que hicieron fila para colaborar con la noble causa e incluso una pareja local supo del caso y donó mil dólares a la familia.
“La pandemia no nos frenará para ayudar a otros. Mi esposa perdió a su padre cuando también estaba en cuarto grado y aún mantiene vivo ese recuerdo. Sabemos el dolor por el que está pasando la pequeña y la familia, simplemente quisimos ayudar”, dijo Jack, vecino de la zona.
La familia de Jason manifestó su agradecimiento por todo el apoyo y la solidaridad que han recibido de la comunidad.
Pero sin duda, la que estaba más agradecida era la pequeña de 9 años que, a pesar de su dolor, quiso honrar la memoria de su padre con un funeral apropiado.
No dejes de compartir esta emotiva historia que nos demuestra que el amor va más allá de la vida.