La amistad es uno de los tesoros más grandes que cualquiera podría tener y cuando hablamos de los niños estos afianzan sus lazos con los gestos más hermosos e incondicionales. Ahora la pequeña Selah Scott sabe que en sus compañeritos de escuela ha encontrado una gran fortuna.
Los padres biológicos Selah tienen problemas de adicción y ella junto a su hermanita Skye Scot no han tenido una vida marcada por la pobreza y el dolor, pero desde el 2018 encontraron una familia de acogida que las ha sabido cuidar muy bien.
Se trata de la pareja de Lubbock, Texas, Suzanne Scott y Colt Scott.
Desde junio de ese año, 2018, los esposos tomaron a las chicas bajo una adopción temporal y pese a la pandemia se esperaba que en este 2020 pudiese concretarse el proceso de adopción.
Aunque el asunto estaba en regla y todo marchaba de maravilla, tanto la pareja como Selah estaban nerviosos porque el juez no le otorgara la custodia definitiva de las niñas.
Esta situación había atormentado a la pequeña escolar que no quería tener que despedirse de los Scotts.
Suzanne y Colt conocieron a las hermanitas gracias a la organización de acogida y adopción Children’s Home of Lubbock que los asesoró durante todo el proceso pero sabían que la decisión final estaba en manos del juzgado.
Este núcleo de cuatro no quería separarse y el estado de pandemia había dilatado aún más el proceso, por lo cual crecieron los nervios pero el día del juicio algo hermoso sucedió. Antes de que el juez dictara sentencia, aparecieron decenas de personas que querían apoyar a la familia.
Los amiguitos de Selah se sentaron en el juzgado a acompñarla.
Los niños estaban en el lugar con sus padres para acompañar a la pequeña en todo el proceso, esto sin duda conmovió a todos en la sala.
«Con toda la negatividad que circula hoy en todo el mundo, este fue un momento en el que la luz de Dios iluminó toda la sala del tribunal. Pude experimentar un pequeño toque de cielo ese día, dijo Jimmy Moore, presidente de Children’s Home of Lubbock.
La pequeña Selah no pudo contener las lágrimas al ver a sus compañeritos en la sala, ese fue un momento realmente emotivo para todos.
«Fue la cosa más dulce que jamás hayas visto. Se echó a llorar y [los niños] se sentaron en el área del jurado. Se cubrió la cara con ambas manos y no podía levantar la vista porque comenzó a llorar», dijo Suzanne Scott sobre la reacción de Selah.
Ni los presentes en el juzgado podían contener las lágrimas y en definitiva estas pequeñas lograron ser adoptadas por una buena familia.
Ahora, Selah y Skye están encantadas de estar en casa con mamá, papá y nuevos hermanos y hermanas, Ryder, Sydney y Jett. Después de tantos tragos amargos estas niñas podrán ser felices y Selah está contenta de tener no sólo uno buenos padres sino muchos amigos incondicionales.
Que la pandemia no nos arrebate los gestos de solidaridad, estas niñas merecían todo el amor que se les ha desmostrado ¡Comparte en tus redes su conmovedora historia!