En ocasiones la vida resulta bastante contradictoria, mientras algunas personas desean vehemente convertirse en madres y no pueden, otras simplemente alcanzan la anhelada maternidad y terminan por rechazar a sus criaturas. Pero en ocasiones el mismo destino logra encontrar a las personas indicadas.
En esta oportunidad, celebramos la hermosa unión entre Claudiana, Luciana y Lucas. Estas dos mujeres se han convertido en las madres adoptivas del pequeño de 7 años con discapacidad visual y autismo que ahora es aclamado como la bendición de su familia.
Antes de la adopción, la pareja había intentado de todo e incluso la inseminación artificial pero nada había dado resultado. Finalmente, se sintieron listas para adoptar y comenzaron con los preparativos y averiguaciones acerca del proceso.
Tras ver a algunos niños Claudia recibió una llamada en la que le harían una pregunta trascendental.
“Lucas fue quien nos adoptó. Nos llamaron y dijeron ‘mira, hay un niño autista y con discapacidad visual, ¿quieres conocerlo?’ En ese momento dijimos ‘sí, queremos’ y tomamos el camino y fuimos a Bauru”, explicó la mujer.
Las madres recuerdan que el día en que conocieron a Lucas el niño jugaba sobre el regazo de uno de sus cuidadores y después de un rato él las invitó a jugar. Desde allí dieron el sí definitivo pero debieron pasar dos años de lucha, paciencia y mucha comunicación entre ellas antes de tener finalmente a Lucas en casa.
Ahora Lucas es el amor de la familia. El pequeño no encontró sólo a unas madres sino a una abuela, Doña Zilda que lo ama y mima. Lucas también la adora, le llama Zizi por cariño y siempre hacen todo juntos.
Para Claudia y Luciana es como si el niño hubiese estado destinado a forma parte de su hogar, no recuerdan cómo era la vida antes de su llegada.
“Parece que ha estado con nosotros desde su nacimiento, que fue creado por nosotras. Ni siquiera recuerdo la vida antes que él”, dijo Claudia.
Estas mujeres siempre han tenido que luchar por ser aceptadas dentro de la sociedad, ahora libran una batalla por la aceptación e inclusión del pequeño Lucas.
Claudia y Luciana participan en grupos de padres de niños con autismo y están decididas a aprender todo lo necesario para ayudar a Lucas en su crecimiento. Cada día se ha convertido en un aprendizaje constante para esta hermosa familia.
No importan las diferencias cuando se trata de amor y esta familia es una expresión clara de superación y aceptación. Comparte su historia y ayúdanos a romper paradigmas, en el mundo todos somos iguales.