Las injusticias laborales siempre serán algo que debe denunciarse, más aún si se llega al punto perder el empleo por un acto discriminatorio. Pues parece que aún en pleno siglo XXI temas como la identidad de género sigue siendo una cuestión escandalosa para los empleadores.
De este modo lo denuncia una pareja lesbiana que vive en Alberta, pequeña provincia al noroeste de Canadá, quienes aseguran haber perdido sus empleos por ser “demasiado homosexuales”.
Alyssa y Sheri Monk eran una de las cinco parejas casadas que trabajaban en los servicios de emergencia de Pincher Creek, pero la única pareja lesbiana.
Alyssa y Sheri se conocieron en el trabajo, durante el 2014 y un año después de iniciar una relación decidieron mudarse juntas.
Las mujeres se casaron en el 2016 y, tras varios años de servicio, terminaron perdiendo su empleo. Ellas atribuyen el hecho a su preferencia sexual.
Antes quedar desempleadas, a las mujeres se les había advertido que evitaran hablar sobre cosas personales en el trabajo y, de forma expresa, se les prohibió llamarse esposas durante las jornadas laborales.
Las mujeres aseguran que, al contrario de ellas, a las otro cuatro parejas heterosexuales que trabajan en el lugar sí se les permite tratarse como esposos sin ningún tipo de reservas.
En mayo del 2017, Alyssa y Sheri fueron llamadas nuevamente a la oficina de la entonces subjefe, Margaret Cox. En el lugar, Margaret intentó excusarse y advertirle que no es por su identidad de género pero que debían restringir cualquier tipo de manifestación afectiva porque incomodaba a los compañeros.
«Nos acercamos a la gente y nos disculpamos por ser demasiado gay. Queríamos saber qué habíamos hecho mal», expresó Alyssa.
Las mujeres se sintieron ofendidas, pues debieron disculparse con sus compañeros. Sin embargo, al cuestionar si la norma aplicaría para las demás, simplemente obtuvieron una respuesta claramente discriminatoria.
«Preguntamos si esto se aplicaría a todos. La gerente dijo: ‘No, porque son la única pareja de la que hemos tenido quejas’. También fuimos la única pareja con esta identidad de género», dijo Sheri.
Alyssa y Sheri decidieron grabar algunas conversaciones que tuvieron con su subjefa y otros compañeros, y presentaron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos de Alberta. Sin embargo no encontraron ningún tipo de apoyo.
“Las Monks no se comportaron de manera diferente a ninguna otra pareja. No hay duda de que fueron seleccionadas porque son homosexuales”, confesó James Raffan, ex compañero de trabajo.
Esta pareja terminó por renunciar al empleo, pues el ambiente laboral se había hecho intolerable. No podían seguir soportando el trato tan injusto.
«Estábamos trabajando en un lugar donde no se nos permitía reconocer nuestro matrimonio, nuestras vidas personales o nuestras vidas familiares, y fuimos los únicos que tuvimos que vivir y trabajar de esa manera», dijo Sheri.
Actualmente, la pareja se encuentra en una disputa legal para comprobar que fueron hostigadas en su antiguo trabajo por su preferencia sexual. Aunque en Canadá es legal el matrimonio homosexual, parece que los prejuicios de muchos habitantes no han cambiado.
Las mujeres presentaron su caso ante la Comisión de Derechos Humanos y esperan llegar a un acuerdo financiero, pero esto puede demorar años.
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