Acompañarse y amarse en la salud y en la enfermedad es uno de los votos de amor que las parejas se hacen con la ilusión de poder sobrellevar cualquier adversidad. Algo que hicieron muy bien Cai Kaihai y Li Ting, una joven pareja de recién casados que sobrevivió a la crisis del coronavirus en la ciudad donde se dio el brote: Wuhan.
Kaihay es cineasta, y como todo amante de la cámara decidió registrar cada detalle de este terrible virus que se expandió de manera sigilosa por todo el mundo.
El pasado 11 de marzo la OMS declaró el coronavirus como pandemia.
La pareja destaca que ellos al igual que muchas otras personas tenían una vida completamente normal y muy feliz antes del brote de contagios. Kaihai producía películas mientras que ella cumplía su rol como enfermera.
No fue sino hasta mediados de diciembre que Ting comenzó a preocuparse ya que cada vez atendía a más pacientes con el mismo síntoma, aún se desconocía el nombre del virus y la magnitud de este.
Hasta la fecha no se tiene una vacuna, solo un estricto tratamiento y aislamiento para evitar la propagación del virus.
Sin embargo, Ting todos los días se ponía su uniforme y salía a enfrentar la gran batalla hasta que un día ella también se convirtió en paciente.
Desde el momento en que Kaihai supo que su esposa estaba infectada cuestionó si era prudente continuar grabando. Al respecto comenta:
Decidí continuar filmando porque tenía miedo de que ella empeorara. Quería ayudarla a mi manera”.
Con total incertidumbre de lo que pasaría instaló algunas cámaras en el cuarto donde Ting pasó la enfermedad, sin saberlo se convirtió en su médico de cabecilla.
Cuando Ting fue diagnosticada ya muchos de los medicamentos habían desaparecido del mercado. Su esposo hizo lo posible para conseguirlos y cumplir con todo lo que el médico le había indicado para poder salir victoriosos.
Kaigai registró la angustiante situación que vivió con su esposa en casa.
Ting pasó gran parte de la enfermedad en su casa, su esposo usó un traje especial para atenderla y limpiaba constantemente no solo la habitación sino todo el apartamento.
Tan solo 13 días después de haber sido diagnosticada Ting parecía haber mejorado, pero al realizarle un varios exámenes para descartar el virus se dieron cuenta que era una falsa apariencia, por lo que fue necesario hospitalizarla de emergencia.
La ciudad estuvo en aislamiento total, lamentablemente miles de personas murieron.
En el hospital recibió todo el tratamiento que necesitaba, si bien no hay alguna vacuna para eliminar el virus muchos pacientes logran sobrevivir.
Por suerte, Ting fue una de ellas y su esposo tiene las mejores evidencias para revelar en detalle el minucioso trabajo que hizo para poder salvar a ser que más ama. En hora buena Ting logró ganar esta batalla.
No dejes de compartir su caso en tus redes, es una gran historia de amor que venció al enemigo invisible. Un diario en medio de una pandemia que se animaron a compartir con el resto del mundo.