Las relaciones afectivas e íntimas privadas, no comerciales y consentidas entre personas adultas, mayores de 16 años de edad y del mismo género han sido legales en Cuba desde el año 1979. Sin embargo, no existe en el país reconocimiento legal explícito para las uniones entre personas del mismo género, como tampoco para la familia homoparental.
Son una hermosa familia
Dachelys Valdés Moreno, cubana y su esposa, Hope Bastian, oriunda de los Estados Unidos, son una feliz pareja homosexual que decidió unir sus destinos en el estado de la Florida, en Norteamérica. Ambas han logrado algo sin precedentes hasta ahora en la isla antillana, al hacer que el Gobierno las reconozca a ambas como madres de un bebé.
Paulo, como fue bautizado el pequeño, fue resultado de un tratamiento de reproducción asistida que se practicaron en la ciudad de Miami, donde el matrimonio entre personas del mismo género es completamente legal.
De hecho, cuando una mujer da a luz en esa jurisdicción, los hijos son legalmente reconocidos como de la pareja y ambas figuran como madres.
Sin embargo, comprometidas laboral y socialmente ambas madres con Cuba, tomaron la decisión de que el pequeño Paulo también fuese inscrito en el Registro del Estado Civil en La Habana, por lo que desde hace un año iniciaron el proceso para intentar lograrlo.
“La vida de nosotras está aquí, es en Cuba, nuestro compromiso social, nuestros trabajos, todo es aquí y queríamos que tuviera todos los derechos a los que puede aplicar un hijo de cubano nacido fuera o dentro de Cuba, que hiciera uso de su ciudadanía”, señala Dachelys.
Después de un largo proceso, felizmente esta semana el Gobierno cubano les otorgó la oportunidad de que el Ministerio de Justicia emitiera un certificado de nacimiento que reconoce a Paulo como hijo de una ciudadana cubana nacida fuera de la isla, un trámite que se comienza en la embajada de Cuba en el país de nacimiento.
El mismo estuvo revestido de un gran burocratismo que alargó los tiempos de respuesta por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Justicia de Cuba, para intentar encontrar la forma de asentar el certificado de nacimiento del infante donde figuraban sus dos madres como sus progenitoras.
Finalmente, el Ministerio de Justicia cubano resolvió emitiendo un dictamen en el que, sin llegar a reconocer el matrimonio entre ambas, se certifica el nacimiento, y en lugar de “madre y padre” figurarán los datos de “madre y madre”, tal como aparece en la inscripción de nacimiento original, emitida en el hospital de la Florida donde nació.
“Es un paso muy importante porque es la primera vez que el Estado cubano reconoce que puede haber niños con dos madres. Hoy el Estado reconoce que las familias cubanas tienen muchas formas diferentes de configurarse, que son legítimas y legales”, dijo Hope.
Lo más curioso y revolucionario del logro de estas dos mujeres fue el hecho de que los informáticos del Ministerio de Justicia tuvieron que reprogramar toda la planilla para poder incluir la opción de dos madres, ya que esta solo reconoce la opción de madre y padre.
Esto es un caso único en la isla, cuya legislación no reconoce familias del mismo género. Un final feliz para este pequeñín con madre duplicada.
Es un paso muy importante para el reconocimiento de que las familias tienen muchas formas legítimas diferentes de configurarse. Comparte esta noticia.