Durante la madrugada del pasado miércoles 08 de enero un avión Boeing 737 se estrelló poco después de despegar en el aeropuerto Imán Jomeini cerca de Teherán en Irán. La tragedia causó la muerte de las 176 personas que viajaban en la aeronave.
Muchas de las víctimas eran miembros de la comunidad iraní-canadiense y miembros de universidades de varias ciudades del país de América del Norte. Entre los pasajeros había muchos estudiantes, familias completas y una pareja de recién casados acompañados de 14 de los invitados a su boda.
Todos viajaban con rumbo a Kiev, la capital de Ucrania, sin imaginar que un trágico accidente acabaría repentinamente con sus vidas. En el avión viajaban 63 ciudadanos de Canadá que tenían conexión a Toronto después de viajar a Irán para disfrutar de las vacaciones de la temporada decembrina.
Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá prometió a las familias de las víctimas obtener respuestas sobre lo que ocurrió con la aeronave. En Canadá reside una de las comunidades de residentes iraníes más grandes, según el último censo hay 210.000 ciudadanos provenientes de ese país.
En los informes preliminares, las autoridades de Irán informaron que el accidente se produjo por un fallo técnico. Pero continúan las investigaciones para esclarecer los detalles del hecho.
Las víctimas de Canadá tenían vínculos con las ciudades de Ontario, British Columbia, Manitoba, Alberta y Quebec, se presume que por lo menos 30 residían en Edmonton. La mayoría trabajaba y estudiaba en ese país.
Mohammad Mahdi Safeghi, su esposa Bahareh Hajesfandiari y la hija de ambos Anisa Sadeghi familia regresaba a Winnipeg tras visitar Irán.
Arash Pourzarabi y Pouneh Gorji, Edmonton, estaban recién casados, viajaban junto a 14 invitados de su boda. Les encantaba viajar, los describen como jóvenes muy brillantes. Él estaba trabajando en un posgrado en inteligencia artificial en la Universidad de Alberta.
También falleció una pareja de profesores de la Universidad de Alberta, Mojgan Daneshmand y su esposo Pedram Mousavi, viajaban junto a sus dos hijas Daria y Dorina.
Aunque las autoridades de Irán reiteran que el avión se precipitó por fallas mecánicas, las dudas se mantienen, principalmente por la crisis militar entre Irán y Estados Unidos. Muchas compañías aéreas desviaron sus rutas para evitar el Medio Oriente ante los conflictos.
Incluso la Administración Aérea estadounidense les prohibió a las líneas aéreas del país sobrevolar una zona del Golfo Pérsico por temor al riesgo de que se produzca un error de cálculo e identificación.
Un tercio de los pasajeros era de Canadá, el resto estaban conformados por 82 iraníes, 11 ucranianos, incluidos los 9 tripulantes, 10 suecos, 4 afganos, 2 alemanes y 3 británicos.
De los 176 pasajeros, 138 tenían pasajes para tomar un vuelo de conexión desde Kiev a Canadá.
Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, responsabilizó este jueves al régimen de Irán por la caída del avión del vuelo 752 desde Teherán a Kiev mientras Irán bombardeaba bases norteamericanas en Irak.
“Tenemos información de Inteligencia de que fue derribado por Irán”, dijo el titular del Poder Ejecutivo en una rueda de prensa celebrada en Ottawa. Resaltó que el derribo pudo ser accidental.
Canadá trabajará con sus aliados para realizar una investigación exhaustiva sobre las causas del accidente.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski, también presume que Teherán está implicado en la caída del avión. Manifestó sus condolencias por la tragedia ofreciendo su apoyo a los familiares de las víctimas.
Nos sumamos a los mensajes de consuelo para todos los familiares de los 176 pasajeros que fallecieron, esperamos avances de la investigación del siniestro.