Emmit Walker es un exitoso hombre de negocios y su trabajo hace que tenga que viajar a menudo. Normalmente, esto no suele ser ningún problema pero hace poco tuvo que pasar por una situación bastante desagradable. Emmit decidió pagar un pasaje de primera clase, lo cual incluye prioridad al abordar.
Emmit trabaja como ejecutivo en la industria musical.
Por un precio mayor, estos pasajeros tienen prioridad al abordar el avión y tienen un trato especial y diferenciado del que reciben los pasajeros de clase turista. Una mujer que se encontraba detrás de él pensó que eso era imposible y que tenía que haber un error.
“Disculpa. Creo que te encuentras en el lugar equivocado. Tienes que dejarnos pasar. Esta fila es para quienes tienen prioridad”.
En ese entonces, Emmit comenzó a sospechar que la mujer lo estaba juzgando por su color de piel o por su forma de vestir. Lo miraba de arriba abajo y en lugar de preguntarle por su pasaje simplemente decidió asumir que no era posible que él pudiese pagar por viajar en primera clase.
“Permiso. A ustedes los llamarán después para que aborden”.
Él decidió tomarlo todo con calma y le preguntó si en efecto se trataba de la fila para primera clase. Por desgracia, esto no fue suficiente y la mujer le pidió una y otra vez que se retirara.
“Puede relajarse, señora. Estoy en el lugar correcto. Además llevo en la fila más tiempo que usted así que podrá abordar después de mí”.
Se vio obligado a mostrarle su boleto para demostrarle que tenía todo el derecho para estar en la fila.
A estas alturas la situación ya se había vuelto bastante desagradable, pero la mujer estaba dispuesta a seguir.
Asumió que alguien como Emmit no podía pagar por un pasaje de primera y que lo ha recibido por pertenecer al ejército. Decidió hablar un poco más alto para buscar apoyo del resto de los pasajeros.
“Debe ser que es un militar o algo así. Nosotros sí pagamos por nuestros asientos así que él debe esperar”.
Quedó más que claro que lo único que estaba haciendo la mujer era juzgarlo por su color de piel. Para dar fin a toda la discusión, Emmit le dio una brillante respuesta. En ese momento todos los que se encontraban allí comenzaron a aplaudirlo.
“Soy demasiado grande para estar en cualquier ejército. Sólo soy un hombre negro con dinero”.
Emmit contó lo sucedido a través de sus redes sociales, sin imaginar que se volvería viral en cuestión de horas.
Finalmente Emmit decidió disculparse por haber humillado públicamente a la mujer.
Muchas personas lo felicitaron por defenderse y se abrió un gran espacio para reflexionar sobre lo terrible que puede resultar juzgar a los demás por su color de piel o su forma de vestir.
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