Para los padres, el mayor don que pueden recibir es el regalo de una nueva vida. Y junto con él todas las ilusiones que conllevan la llegada de un nuevo miembro a casa. Cuando ese bebé no llega como se esperaba, puede venir la frustración y muchas veces la desesperación. Pero siempre los padres lo seguirán amando, porque es su hijo. Esta historia es muy diferente, una reacción de unos padres que te dejará sin palabras.
Hace pocos días, un recolector de basura, de identidad desconocida, caminaba por las calles de Chongqing, al suroeste de China; se detuvo en una papelera fuera del hospital del centro de Fuling, porque buscaba mercancías valiosas.
Cuál habrá sido su sorpresa, que sin duda encontró la joya más preciosa que jamás pensó: un bebé recién nacido, de 30 semanas.
Los espectadores y el personal del hospital sugirieron que el hombre trajera al bebé al hospital para hacerle una revisión médica. Tras un chequeo completo, los médicos dijeron que el bebé había nacido prematuramente. Dijeron que pesaba tan sólo 1.5kg (3.3 libras), y confirmaron que habría nacido aproximadamente a las 30 semanas de gestación.
Su cuerpo era aproximadamente del tamaño del brazo de un adulto. Afortunadamente, la inspección mostró que el bebé estaba sano. Además, los médicos también encontraron registros de un recién nacido en el hospital que se ajusta a las características del niño abandonado.
Inmediatamente, contactaron con la policía, y estos dieron con los padres del niño con la ayuda del expediente médico. La policía confirmó que la pareja correspondían ser los padres del niño y que la madre se encontraba todavía hospitalizada.
Para sorpresa de los oficiales de la policía, los padres no tuvieron reparo en reconocer que fue el marido, quien deliberadamente llevó al bebé fuera del hospital y lo arrojó en la papelera.
Teníamos miedo de que el bebé no creciera sanamente y que no viviera por mucho tiempo porque nació prematuro… No pensamos mucho antes de tirarlo.
La pareja expresó su arrepentimiento a la policía. Prometían, de aquí en adelante, cuidar al bebé y velar para que no le faltara nada. La policía decidió no presentar cargos contra la pareja, pero les dio una firme advertencia verbal.
Según NHS, uno de cada 13 bebés podría nacer de modo prematuro. Esto significa que nacen dentro o antes de las 37 semanas, sin que eso signifique su muerte, si reciben los cuidados necesarios. Los bebés nacidos antes de las 34 semanas pueden necesitar una ayuda adicional para respirar, alimentarse y mantener la temperatura corporal ideal, por lo que deben ser tratados con especial cuidado.
Casos insólitos de la vida real que dejan mucho que desear de los sentimientos que puede albergar el corazón humano. No sabemos lo que haya pasado por la mente de estos padres, pero sin duda, algo que estremece el corazón. No se puede entender cómo, ante una criatura tan indefensa, no cabe el más mínimo deseo de compasión antes de destinarlo a tan cruel final. Esperemos que realmente hagan lo que han prometido a la policía.
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