El amor por el prójimo es un valor que, sin lugar a duda, contribuye a mejorar el mundo que tenemos. Aunque, no sólo se trata de ser generosos con las cosas materiales, muchas veces aquellos que menos tienen, son precisamente los que dan el ejemplo del verdadero significado de ese amor.
Kate McClure, una mujer de 27 años, de Nueva Jersey, fue bendecida por la bondad de Johnny Bobbitt Jr, un vagabundo de 34 años, que apareció justo cuando más lo necesitaba.
Todo comenzó cuando Kate se desplazaba cerca de la media noche, por la interestatal 95 en Filadelfia, cuando de repente su auto se detuvo en medio de la nada. Asustada y sin saber qué hacer, tomó el móvil y llamó a su novio, Mark D’Amico, de 38 años y le pidió que la fuera a buscar.
Mi corazón latía tan fuerte que pensaba que saldría de mi pecho».
Varada en la carretera, sin combustible, sola y asustada, vio venir en medio de la oscuridad a un hombre sin hogar que se acercó a su automóvil para ofrecerle ayuda.
Este hombre resultó ser Johnny, un ex-veterano de la Marina que vivía en las calles. Con la calidez de su alma en medio del frío se dispuso a caminar un par de cuadras para comprar un poco de combustible utilizando sus últimos 20 dólares.
Kate comentó que antes de emprender el camino a la estación de servicio, Johnny le dijo que cerrara con llaves las puertas y permaneciera dentro del coche mientras él iba por el combustible.
Esta joven asustada, pero inmensamente agradecida, tras pasar diez minutos volvió a llamar a su novio para decirle que un hombre le había conseguido un poco de gasolina.
Kate, trabaja para el Departamento de Transporte de Nueva Jersey, dijo que estaba muy apenada porque no tenía dinero para pagarle, sin embargo, ella y su novio regresaron a la carretera en varias oportunidades para darle dinero, ropa y comida.
En una de las visitas, la pareja llegó a conocerlo un poco más y conversaron sobre su situación, a lo que Johnny respondió que no se trataba de la mala suerte, que él era el responsable de la vida que llevaba y no podía culpar a nadie.
Este hombre sin hogar les contó que uno de sus sueños era ser paramédico y trabajar largos turnos y había estado entrenando para eso. Él es de Las Carolinas y está a muchos kilómetros de casa sin nada y sin nadie.
Kate comentó que Johnny estaba muy emocionado cuando conversaba sobre su vida personal. Les estrechó la mano y finalmente les abrigó el alma con el mejor de los abrazos.
En otra visita, Kate le dejó dos tarjetas de regalo de un supermercado y una caja de agua y sus palabras causaron un gran impacto en esta mujer.
No puedo esperar para mostrarles a los chicos».
Con el dinero que la pareja le entregó, dijo que iría de inmediato a comprar cena para compartir con dos sus amigos sin techo, que siempre se acompañan y se cuidan.
No endosar a nadie la responsabilidad de su situación y los evidentes actos de generosidad desconcertó a esta pareja.
No podían dejar de pensar en cómo este hombre tenía un corazón lleno de tanta bondad, sin tener siquiera un techo donde dormir.
Kate y Mark recogieron ropa vieja de invierno, una gorra de punto negra y guantes negros con aislamiento. Luego compraron un paquete de medias de tubo, un montón de barras de granola y artículos de básicos de aseo personal. La pareja dijo que estaban impresionados por el deseo de Johnny de compartirlos con sus amigos sin hogar.
Mark y yo volvimos al automóvil y pensamos que debíamos hacer algo para cambiar la vida de este hombre, y fue cuando se nos ocurrió la idea de GoFundMe».
Tras varias visitas, y a tan sólo doce días después de esa noche accidentada, pero bendecida, esta pareja decidió comenzar una campaña para recaudar fondos, con el objetivo de usar el dinero para la vivienda y otros gastos para el hombre que teniendo tan poco, materialmente hablando, tenía tanto que ofrecer.
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Ella comentó que él era muy consciente de dónde está y lo que tiene que hacer para salir a adelante, pero es casi imposible hacerlo sin tener a nada ni a nadie. Él está muy interesado en conseguir un trabajo.
No quiere estar en la calle, quiere ser un miembro funcional de la sociedad y no estar sentado en medio de la calle en Filadelfia.
Si podemos reunir dinero para su estabilidad durante unos meses, un lugar donde dormir y descansar durante la noche, tener qué comer, entonces puede conseguir un trabajo y seguir con su vida».