En muchas ocasiones nos cuesta sobreponernos a la pérdida de un ser querido pero siempre hay que recordar que después de la tormenta siempre sale el sol. Vanessa Ogden Moss pensó que su vida ya no tenía sentido cuando debió despedirse de uno de sus hijos a causa de un agresivo tipo de cáncer.
Vanessa vive en el poblado de Quarndon al norte de Inglaterra.
Cuando tenía 15 años tuvo a su primor hijo llamado Tom y a pesar de que era un bebé que no estaba en sus planes le dio todo su amor y creó una relación muy profunda con él. Por desgracia, cuando Tom cumplió 5 años lo diagnosticaron con Rabdomiosarcoma y a pesar de que los médicos realizaron todo tipo de esfuerzos, no lograron salvar su vida.
“Después de perder a mi hijo tuve una crisis. Lo perdí todo”.
No hay nada como el dolor de una madre, y en ese momento Vanessa pensó que su vida había tocado fondo. Sufrió una profunda crisis mental, cayó en bancarrota y se separó de su pareja. Terminó perdiendo su casa y se vio obligada a pasar las noches en los sofás de sus familiares y amigos.
“Dejé la escuela a muy temprana edad y no tenía ningún certificado ni título. Tenía tres hijos y era una mamá a tiempo completo sin ninguna habilidad”.
Afortunadamente, Vanessa supo aferrarse a lo poco que tenía. A pesar de que se había quedado completamente en la ruina todavía conservaba una vieja computadora y gracias a las horas que pasaba en casa de sus familiares podía tener acceso a Internet. Fue entonces cuando decidió crear una página web llamada “Yummy Mummy” en la que ayudaba a las madres de todo el mundo a realizar un programa de 12 semanas para perder peso y recuperar su figura.
“Pensé que si la gente estaba dispuesta a pagar por esto entonces podría lograr algo. Todo lo aprendí en Youtube y Google y empecé a ayudar a las personas”.
Parecía algo muy sencillo al comienzo, pero con el paso de los meses los usuarios quedaron encantados con Vanessa y comenzaron a pedirle todo tipo de consejos. Gracias a eso Vanessa creó su compañía llamada “Master Classes” en la que ofrece guía y motivación a todas las personas que necesiten comenzar de nuevo su vida y les da todo el apoyo que necesiten para alcanzar sus sueños.
“Siempre he dicho que ayudar a los demás fue lo que realmente me ayudó a mí”.
Ahora Vanessa tiene otra vida. Trabaja tan solo tres horas al día para ganar más de 30 mil dólares y su compañía está valorada en más de dos millones de dólares. Tras muchos años de duro trabajo es la primera vez que Vanessa mira hacia atrás y reflexiona sobre todo el dolor que le causó la pérdida de su hijo.
“No podría haberlo superado sin haber ayudado a los demás”.
Sin importar las dificultades que enfrentemos siempre podremos recuperarnos y superarnos a nosotros mismos.
¿Qué opinas del gran giro que Vanessa logró dar a su vida? No dudes en compartir su esperanzadora historia.